El 2024 comenzó con cifras de homicidios dolosos relativamente estables, pero la captura de Ismael “El Mayo” Zambada en julio desató un aumento alarmante en la violencia en Sinaloa.
En la mañana del 12 de noviembre de 2024, Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), presentó datos inquietantes sobre el incremento de homicidios dolosos en México, especialmente en Sinaloa, tras la captura de uno de los líderes más poderosos del narcotráfico mexicano: Ismael “El Mayo” Zambada. La información, divulgada en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, arrojó una tendencia preocupante en el número de víctimas de violencia en el país.
¿Quién es El Mayo Zambada y cómo influyó su detención?
Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, fue detenido el 25 de julio de 2024. Su captura fue un golpe significativo para el narcotráfico en México, pues Zambada había operado durante décadas al lado de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La detención de Zambada no solo impactó a los carteles de drogas, sino que también desencadenó una lucha interna por el control del Cártel de Sinaloa.
Tras su arresto, las dos facciones principales del Cártel de Sinaloa, los Chapitos (hijos de “El Chapo” Guzmán) y La Mayiza (dirigida por el hijo de “El Mayo” Zambada), comenzaron a enfrentarse violentamente por el control de los territorios clave, especialmente en Sinaloa, lo que resultó en un aumento alarmante de homicidios dolosos en la región.
El incremento de homicidios en 2024 tras la captura
Marcela Figueroa presentó las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde se observó que entre enero y agosto de 2024, el promedio de homicidios dolosos se mantenía relativamente bajo y estable. De hecho, el mes de abril fue el más tranquilo, con un promedio de 0.93 homicidios diarios. Sin embargo, después de la detención de Zambada, las cifras comenzaron a dispararse.
En septiembre de 2024, el promedio de homicidios dolosos subió a 4.17, y en octubre, alcanzó los 5.77. Estos incrementos están vinculados a la pugna entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa, que ahora libran una guerra abierta por el dominio del narcotráfico en la región.
Figueroa explicó que el mes de noviembre también ha sido testigo de un aumento, con un promedio preliminar de 3.91 homicidios diarios en los primeros 11 días del mes. Las autoridades federales y locales continúan monitoreando la situación en Sinaloa, aunque la violencia parece mantenerse a niveles elevados.
Factores detrás del aumento de la violencia
La captura de El Mayo Zambada no solo ha alterado el equilibrio de poder dentro del Cártel de Sinaloa, sino que también ha intensificado las rivalidades entre otros grupos del crimen organizado. En los meses posteriores a su detención, los enfrentamientos entre los Chapitos y La Mayiza han dejado un saldo trágico en Sinaloa, con víctimas tanto de los carteles como de la población civil atrapada en medio del fuego cruzado.
El cambio de poder en los cárteles también ha tenido efectos secundarios en las actividades del narcotráfico, con un recrudecimiento de los enfrentamientos territoriales, el tráfico de drogas y la violencia que afecta a comunidades enteras. Además, el fortalecimiento de las alianzas entre grupos rivales en otras partes del país también ha generado un clima de tensión generalizada.
El impacto de la violencia en Sinaloa y en el resto de México
El aumento de homicidios en Sinaloa tiene un efecto dominó en el resto de México, pues la violencia se ha ido extendiendo a otras regiones del país, principalmente aquellas con presencia significativa de carteles del narcotráfico. Aunque el gobierno federal ha intensificado los operativos de seguridad en Sinaloa, el resultado ha sido limitado, ya que los grupos del crimen organizado siguen teniendo una fuerte influencia en la región.
En este contexto, los esfuerzos del gobierno de Claudia Sheinbaum para reducir la violencia y mejorar la seguridad en las regiones afectadas son cruciales. Sin embargo, la detención de figuras clave del narcotráfico como Zambada parece haber desestabilizado temporalmente la paz en algunas áreas, lo que hace que la situación sea aún más complicada.
¿Qué se está haciendo para frenar la violencia en Sinaloa?
En respuesta al aumento de homicidios y violencia en Sinaloa, el gobierno ha reforzado las acciones de seguridad en la región, con un enfoque especial en la desarticulación de las facciones del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, los expertos señalan que la solución no es sencilla y que se requieren estrategias más profundas para combatir la raíz del problema, como la mejora de las condiciones sociales y económicas en las áreas más afectadas.
Además, la colaboración con los gobiernos estatales y municipales se considera esencial para frenar el avance de la violencia y evitar que el control territorial siga en manos de los grupos criminales. La ciudadanía también juega un papel fundamental en este esfuerzo, y la participación de la sociedad civil puede ser decisiva para cambiar la dinámica de inseguridad que afecta a la región.
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