Desde el inicio de la temporada de huracanes 2025, el pasado 1 de junio, se ha registrado un aumento en la actividad ciclónica en el océano Atlántico, con la formación de zonas de baja presión, tormentas tropicales y huracanes que hasta el momento se mantienen alejados de la península de Yucatán.
Sin embargo, esta victoria en la región podría modificarse en las próximas semanas, pues este fin de semana surgió la tormenta tropical Fernand y la zona de baja presión Invest99L, que ya alcanza un 40% de probabilidad de desarrollo ciclónico y apunta a ser el primer ciclón en llegar a la península.
Franklin Arceo, meteorólogo especializado en fenómenos tropicales, explicó que el aumento en la actividad ciclónica del Atlántico es una situación que se esperaba desde el inicio de la temporada y que incluso podría ser mayor en su recta final.
“La atmósfera y el océano se encuentran actualmente en condiciones muy favorables para la formación de tormentas. Tenemos temperaturas oceánicas por encima del promedio, humedad elevada y vientos hostiles en niveles altos de la atmósfera reducidos, lo que significa que cualquier perturbación tiene mayores posibilidades de convertirse en tormenta tropical o incluso en huracán”, dijo.
El especialista agregó que, aunque el inicio de la temporada suele ser más tranquilo, con tormentas más intensas, los factores atmosféricos y oceánicos pueden intensificarse durante las últimas semanas de agosto.
AUMENTO DE LA ACTIVIDAD CICLÓNICA EN 2025
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se proyecta que la temporada 2025 presente 17 tormentas tropicales, de las cuales 9 podrían evolucionar a huracanes, cifra superior al promedio histórico.
En ese sentido, Franklin Arceo explicó que el comportamiento del Atlántico ha cambiado en los últimos años. Agosto es el mes donde las condiciones se alinean para que la mayoría de las tormentas se fortalezcan.
“En este periodo es más común ver la influencia de la Oscilación Madden-Julian (MJO), una perturbación atmosférica que viaja de este a oeste y completa su ciclo en 30 a 60 días. Cuando la MJO se encuentra en su fase activa, genera aire ascendente, mayor humedad y menos cizalladura, condiciones ideales para la formación de ciclones.
“Según nuestros modelos, hacia finales de julio y principios de agosto la MJO entrará en una fase muy activa, lo que podría disparar la formación de tormentas en la segunda y tercera semana de agosto”, dijo.
Además, detalló que los niveles de polvo sahariano, que normalmente inhiben la formación ciclónica, se mantienen bajos, y el posible debilitamiento del Anticiclón de las Bermudas abriría un corredor de condiciones aún más favorables para ciclones intensos.
“Todos estos elementos crean un cóctel perfecto para tormentas más frecuentes y posiblemente más intensas. La población debe comprender que no es cuestión de alarmismo, sino de prevención y preparación temprana. Incluso fenómenos que parecen menores pueden generar lluvias intensas e inundaciones repentinas”, comentó.
INVEST 99L: TRAYECTORIA Y POSIBLES IMPACTOS
El fenómeno bajo vigilancia más cercano a la península es el Invest 99L, que actualmente tiene un 30% de probabilidad de evolucionar a ciclón tropical y cuyas proyecciones de trayectoria, apuntan a que podría ser el primer ciclón en llegar a la península de Yucatán
“Esta zona de baja presión está muy cerca de las islas de Sotavento y se mueve hacia el oeste. Los modelos muestran diferentes escenarios: si se fortalece más rápido de lo esperado, podría ser arrastrado hacia el norte y pasar muy cerca de la península de Yucatán.
Si mantiene su intensidad actual, seguirá hacia el oeste e impactaría directo en tierra, lo que generaría lluvias intensas, oleaje elevado y posibles inundaciones en zonas costeras”.
El meteorólogo enfatizó la importancia de monitorear constantemente su evolución y siempre estar preparados desde casa, ante cualquier cambio en la trayectoria del fenómeno hidrometeorológico.
“Invest 99L merece toda nuestra atención. La cantidad de agua tibia en el Caribe es alta, lo que facilita su desarrollo. Además, debemos considerar la interacción con otros sistemas atmosféricos que podrían modificar su trayectoria en cuestión de días.
“No podemos predecir con exactitud si se convertirá en tormenta tropical o huracán, pero los riesgos existen y debemos actuar con responsabilidad. Por eso es vital que la población se mantenga informada a través de fuentes oficiales “, comentó.


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