Fue el 18 de noviembre de 2024 cuando Valdemar Tariácuri Hernández, empresario de Michoacán y propietario del restaurante Gran Tariácuri en Pátzcuaro, vivió una experiencia aterradora que marcaría su vida para siempre. Secuestrado a plena luz del día, en su propio establecimiento, por un grupo armado que supuestamente pertenece al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el empresario pasó tres días en cautiverio sin saber el motivo detrás de su secuestro.
En entrevista exclusiva con la periodista Azucena Uresti en Radio Fórmula, Tariácuri compartió su relato, detallando cómo fue su cautiverio, las condiciones extremas que soportó y cómo logró sobrevivir. Este testimonio conmovedor ha capturado la atención de muchos, tanto a nivel local como nacional, destacando no solo el sufrimiento de la víctima, sino también la incertidumbre que sigue rondando este crimen.
Un secuestro sin explicación: La incertidumbre de Tariácuri
Valdemar Tariácuri Hernández asegura que nunca había sido víctima de amenazas o extorsiones previas. En su entrevista, relató que hasta el momento no sabe qué pudo haber causado su secuestro. «Nunca me habían molestado, no sé el motivo de todo esto», declaró visiblemente afectado. El empresario, que ha dirigido su negocio con esfuerzo y dedicación, nunca imaginó que su vida cambiaría de forma tan radical.
La mañana del 18 de noviembre, el restaurante Gran Tariácuri se convirtió en el escenario de un asalto armado. Video grabado por cámaras de seguridad captó el momento en que varios hombres armados irrumpieron en el establecimiento y, tras revisar a los comensales, se dirigieron directamente hacia él. Sin previo aviso, lo secuestraron en frente de su familia y amigos.
La experiencia en cautiverio: Vendado y aislado
Durante los tres días que permaneció secuestrado, Tariácuri estuvo en todo momento vendado. Fue una situación angustiante, tanto física como emocionalmente. «Estaba vendado con cinta adhesiva, sin poder ver nada, sin saber lo que estaba pasando a mi alrededor», relató a detalle. Sin embargo, a pesar de las condiciones extremas, el empresario compartió que sus captores le brindaron alimentos y agua, aunque lo mantuvieron aislado.
A lo largo de su cautiverio, el empresario fue vigilado constantemente por uno de sus captores. Este detalle refleja el control total que los secuestradores mantenían sobre él. Aunque en ningún momento fue agredido físicamente, Tariácuri destacó la incertidumbre y el miedo que sentía al estar completamente a merced de sus captores, sin poder entender el propósito de su secuestro.
La liberación de Tariácuri: Un giro inesperado
La madrugada del 21 de noviembre, algo cambió. Uno de sus captores se acercó a él y le comunicó que sería liberado. No hubo negociaciones, no hubo rescate, y la familia de Tariácuri no recibió ninguna demanda de pago. «Me dijeron que me dejarían en libertad y que siguiera con mi vida», explicó.
Lo que sucedió después fue una prueba más de su increíble fortaleza. A pesar de las dificultades, Tariácuri logró retirarse la venda de los ojos y comenzar a caminar. Sentía dolor en su pie, pero su determinación lo impulsó. «No reconocí el lugar, pero seguí adelante», recordó. Después de tocar en varias casas y no obtener respuesta, finalmente, un grupo de ciudadanos le ofreció ayuda y llamaron al 911. La policía de Michoacán lo localizó y lo resguardó, poniendo fin a su cautiverio.
El operativo que permitió la liberación
El rescate de Tariácuri fue posible gracias a un intenso operativo realizado por la Guardia Civil, el Ejército Mexicano, y las autoridades locales en la región Lacustre de Michoacán. En colaboración con la Fiscalía General del Estado, los operativos se centraron en las cercanías de Erongarícuaro, donde el empresario fue finalmente encontrado con vida.
El video difundido a través de redes sociales mostraba el momento exacto en que los secuestradores irrumpían en el restaurante. Con un despliegue de fuerza, el grupo de criminales sometió a todos los presentes, pero fueron directos al empresario. Este caso se asocia con el CJNG, una de las organizaciones criminales más poderosas y peligrosas en el país, conocida por su brutalidad.
La incertidumbre sobre los motivos y la necesidad de justicia
Cabe destacar que la interrogante sobre los motivos detrás del secuestro de Tariácuri sigue sin respuesta. Aunque no hubo contacto con su familia para exigir rescate, se sospecha que el crimen esté vinculado a los intereses del CJNG en la región. Este suceso no es aislado, ya que los carteles de droga han intensificado sus actividades en Michoacán, un estado que ha sido un escenario recurrente de violencia y crimen organizado.
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