En una operación que ha captado la atención de la región, autoridades peruanas han decomisado más de una tonelada de cocaína en un cargamento destinado a México, con un valor estimado de 15 millones de dólares. Esta operación, llamada Operación Gambetta, marca un golpe significativo al narcotráfico en Sudamérica y revela la colaboración entre autoridades peruanas y mexicanas para combatir el tráfico de drogas en sus territorios.
Operación Gambetta y el hallazgo en el puerto de Perú
La Operación Gambetta fue desplegada tras obtener información clave sobre un gran traslado de drogas. Según informó el Ministerio del Interior de Perú a través de un video oficial, agentes de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y la Policía Nacional de Perú trabajaron en conjunto para detener este cargamento en su etapa final de envío. Esta colaboración permitió interceptar seis contenedores donde se encontraron los paquetes de droga escondidos entre cartones.
El valor de la droga incautada y los detalles de su destino
Con un valor en el mercado negro de 15 millones de dólares, esta incautación ha generado gran interés. Luis Flores Solís, General de la Policía Nacional de Perú, destacó que el cargamento estaba destinado a México, un país que actualmente enfrenta una batalla intensa contra los cárteles de la droga. Según Flores, esta operación es parte de una estrategia de seguridad más amplia destinada a detener la exportación de drogas a Norteamérica.
Paquetes con logotipos y múltiples arrestos: una red organizada
El decomiso en el puerto peruano incluyó 144 paquetes tipo ladrillo, cada uno con el logo de la reconocida marca Casio, una táctica que probablemente buscaba confundir o desviar la atención en el proceso de transporte y distribución. Un día después, otros 144 paquetes fueron hallados en un segundo contenedor, lo cual llevó a los agentes a profundizar en las investigaciones.
Tras intensos interrogatorios, las autoridades identificaron dos inmuebles involucrados en el almacenamiento y embalaje de esta droga. Uno de estos lugares se encontraba en Tambo Inca, en Puente Piedra, un sitio que aparentemente funcionaba como centro de operaciones para el narcotráfico en Perú. Las investigaciones en este lugar revelaron otros 277 paquetes tipo ladrillo y resultaron en el arresto de tres personas, dos de las cuales fueron identificadas como responsables del empaquetado y ocultamiento de la droga en cartones.
La colaboración con otros países en la lucha contra el narcotráfico
Este hallazgo también refleja un esfuerzo colaborativo entre Perú y México, y posiblemente con otros países de la región, para frenar el tráfico de cocaína que busca abrirse paso a través de fronteras y continentes. La policía peruana informó que la Sunat notificó de inmediato a las autoridades mexicanas, con el objetivo de identificar posibles conexiones y operaciones en el país norteamericano.
El caso cobra aún más relevancia al vincularse con una reciente detención en la frontera entre Coahuila y Estados Unidos, donde una mujer de origen mexicano fue arrestada con 13 kilogramos de cocaína, lo cual sugiere que ambos incidentes podrían estar conectados en una red de distribución más amplia. Las autoridades investigan si los arrestados en Perú tienen vínculos directos con grupos delictivos en México.
El impacto de esta operación y los desafíos futuros
La Operación Gambetta destaca la importancia de la cooperación regional en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, la sofisticación con la que estos grupos operan, utilizando sistemas de distribución complejos y métodos de camuflaje elaborados como los logotipos en los paquetes, indica que aún existen importantes desafíos para las autoridades. Este aseguramiento puede tener un efecto disruptivo temporal, pero también evidencia la capacidad y persistencia de los grupos criminales en sus intentos por alcanzar el lucrativo mercado internacional de cocaína.
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