Un golpe al crimen organizado
El pasado 1 de diciembre, autoridades de Sonora detuvieron en la Ciudad de México a Nelson Darío “N”, de 53 años, señalado como miembro de la banda internacional “Los Colombianos”. Esta organización delictiva se especializa en robos con violencia en residencias de alta plusvalía y ha operado en diversas partes de México durante más de una década.
La aprehensión ocurrió en la alcaldía Iztacalco, cuando agentes de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y la Fiscalía capitalina ejecutaron una orden de arresto en su contra. Nelson Darío fue trasladado a Hermosillo, donde enfrenta cargos por robo con violencia, tras haber irrumpido en una residencia en junio pasado.
Un robo millonario en Hermosillo
Nelson Darío fue vinculado al robo perpetrado el 8 de junio en una residencia de la exclusiva zona de Los Lagos, Hermosillo. En compañía de otros dos sujetos, sustrajo 900 mil pesos en efectivo, además de relojes, joyería y ropa valuados en más de un millón de pesos.
El modus operandi de la banda incluye viajar en avión a ciudades con zonas residenciales, rentar vehículos de lujo para pasar desapercibidos y seleccionar objetivos de alto perfil.
Una red criminal con alcance nacional
La detención de Nelson Darío se suma a la de Francisco “N” y/o Néstor Andrés “N”, líder de la banda, aprehendido en Hidalgo el 12 de noviembre. Este último, con antecedentes de nueve arrestos en estados como Guerrero, Michoacán y Zacatecas, fue vinculado a proceso por robo con violencia y allanamiento de morada agravado.
La Fiscalía de Sonora ha señalado que “Los Colombianos” han cometido múltiples robos en residencias de lujo entre junio y octubre de 2024. Se estima que la banda ha generado millones en pérdidas para sus víctimas, utilizando estrategias sofisticadas para evadir a las autoridades.
Estrategia de seguridad en curso
El traslado de Nelson Darío al Centro de Reinserción Social de Hermosillo marca un avance en las investigaciones para desarticular esta organización criminal. Sin embargo, la complejidad de sus operaciones y su presencia en varias entidades subrayan la necesidad de coordinación entre las autoridades de distintos estados para frenar sus actividades.
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