Una nueva amenaza silenciosa se extiende por Yucatán: el consumo de cristal. Autoridades han encendido las alarmas al identificar «focos rojos» de adicciones, especialmente entre los jóvenes, y han lanzado una estrategia integral para enfrentar una crisis que ya tiene consecuencias fatales.
MÉRIDA, Yuc.- Yucatán, tradicionalmente considerado uno de los estados más seguros del país, enfrenta una creciente y alarmante crisis de salud pública y seguridad: el consumo de drogas sintéticas, principalmente cristal (metanfetamina), se ha disparado, llevando a las autoridades a declarar la existencia de «focos rojos» en diversas zonas de la entidad.
Este fenómeno, que afecta de manera preocupante a la población joven, ha sido directamente vinculado por el gobernador Joaquín Díaz Mena con episodios de violencia extrema, como el linchamiento de un joven en el municipio de Tecoh, quien bajo la influencia de sustancias habría asesinado a una mujer de la tercera edad.
El Cristal: La Droga que Envenena a Yucatán
«En Yucatán la droga que más se consume es el cristal, y va en aumento», admitió de forma contundente el gobernador Díaz Mena en una entrevista reciente, subrayando la urgencia de la situación.
Aunque las estadísticas específicas y actualizadas para Yucatán son difíciles de obtener, los datos a nivel nacional y estudios previos confirman la tendencia. Un informe de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) de 2023 revela que la demanda de tratamiento por consumo de estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) se ha disparado, pasando de representar el 9.5% de los casos en 2013 a un alarmante 49.1% en 2023 a nivel nacional.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024 para Yucatán ya señala que el 44.6% de la población considera la inseguridad como el principal problema, un dato que, si bien no se desglosa por tipo de delito, refleja una creciente preocupación ciudadana que coincide con el aumento del narcomenudeo.
«Aliados por la Vida»: La Estrategia de Respuesta
En respuesta a esta crisis, el Gobierno de Yucatán ha lanzado la estrategia integral «Aliados por la Vida», un programa transversal que busca atacar el problema desde múltiples frentes: prevención, atención a la salud y combate frontal al narcotráfico.
Las claves de la estrategia incluyen:
* Prevención en las Aulas: En coordinación con la campaña federal «El fentanilo te mata», se busca llevar información directa a estudiantes de secundaria y preparatoria sobre los riesgos del consumo de drogas.
* Detección y Atención: Fortalecer la capacidad de maestros y padres de familia para detectar problemas emocionales o de adicción en los jóvenes y canalizarlos a tiempo.
* Combate al Narcomenudeo: Intensificar los operativos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para desarticular puntos de venta de droga.
* Endurecimiento de Penas: Impulsar reformas legales para imponer castigos más severos a quienes distribuyen drogas, especialmente a menores.
* Salud Mental: Rescatar y mejorar la infraestructura de salud mental, como el hospital psiquiátrico del estado, reconociendo que la adicción es un problema de salud.
«Aliados por la vida son aquellos presidentes municipales y alcaldesas que no se hagan de la vista gorda ante el aumento de consumo en sus comunidades y que digan ‘No es problema mío, es federal’. No, es de los tres órdenes de gobierno», sentenció el Gobernador, haciendo un llamado a la corresponsabilidad.
La batalla contra el cristal en Yucatán apenas comienza. El éxito de esta estrategia será determinante no solo para la salud de miles de jóvenes, sino para preservar la paz y seguridad que han caracterizado al estado.
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