La solución a uno de los peores nudos viales del área metropolitana de Monterrey está un paso más cerca de hacerse realidad. Este lunes, los alcaldes Adrián de la Garza (Monterrey) y Mauricio Fernández (San Pedro Garza García) se reunieron a puerta cerrada con Hernán Villarreal, Secretario de Movilidad y Planeación Urbana de Nuevo León, para dar seguimiento y finalizar los planes del megaproyecto de interconexión vial.
La reunión, celebrada en la presidencia municipal de San Pedro, representa un momento crucial de alineación política entre diferentes partidos y niveles de gobierno, enfocados en resolver uno de los problemas más apremiantes para los ciudadanos: la movilidad.
Los Detalles del Proyecto y los Acuerdos Clave
El encuentro sirvió para revisar los avances y definir los siguientes pasos para la construcción de la obra, que busca desahogar el tráfico entre los dos municipios más importantes de la zona metropolitana. Los puntos clave del proyecto son :
* La Ruta: La interconexión principal unirá la Avenida Lázaro Cárdenas, en San Pedro, con las avenidas Morones Prieto y Gonzalitos, en Monterrey.
* La Inversión: El Gobierno del Estado ha comprometido una aportación de 200 millones de pesos para la obra, que se ejercerán entre 2025 y 2026.
* Los Plazos: Se espera que la licitación de la obra se lance en los próximos días y que la construcción inicie en julio de este año, con una duración estimada de 18 meses.
«Seguimos trabajando para lograr una mejor movilidad, no solo para San Pedro, sino para toda la zona metropolitana», afirmó el alcalde Mauricio Fernández tras la reunión.
Un Ejemplo de Gobernanza Metropolitana
Más allá de los detalles técnicos, la reunión es una noticia política relevante. Demuestra la capacidad de los líderes de Monterrey y San Pedro, pertenecientes a diferentes fuerzas políticas, para colaborar con la administración estatal en un proyecto de beneficio común.
Esta coordinación es fundamental para abordar los desafíos de una metrópoli en constante crecimiento. La obra no solo beneficiará a los residentes de ambos municipios, sino que tendrá un impacto positivo en la fluidez del tráfico de toda la región. La participación en el proyecto también incluye a la Fundación Montemayor, propietaria de terrenos clave en la Loma Larga, lo que subraya el carácter de colaboración público-privada de la iniciativa.
Con los planes afinados y el compromiso político refrendado, los ciudadanos de Nuevo León esperan con optimismo el inicio de una obra que promete aliviar años de congestionamiento vial.


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