En el marco de la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya, Volodímir Zelensky y Donald Trump sostuvieron una reunión clave que podría marcar un punto de inflexión en el conflicto de Ucrania. Más allá de los gestos protocolares, la conversación se centró en temas estratégicos: la fabricación conjunta de drones, la compra de sistemas de defensa antiaérea y la posibilidad de alcanzar un alto el fuego real.
Fue la primera reunión oficial tras su breve encuentro en Roma durante los funerales del papa Francisco. Esta vez, lejos de los flashes, ambos líderes se tomaron 50 minutos para hablar de guerra, sanciones, cooperación tecnológica y diplomacia.
Una propuesta para fabricar drones entre Ucrania y EE.UU.
Zelensky sorprendió a Trump con una propuesta concreta: fabricar drones en conjunto con Estados Unidos. Ante el aumento de los ataques rusos con drones Shahed de origen iraní, el presidente ucraniano planteó una alianza tecnológica que permita a ambos países reforzar sus capacidades defensivas y ofensivas.
“Podemos fortalecernos mutuamente”, expresó Zelensky, apelando a la cooperación bilateral como vía para equilibrar el poder en el campo de batalla. También celebró que los recientes ataques ordenados por EE.UU. a instalaciones nucleares iraníes debilitaran indirectamente la capacidad de Rusia.
Sistemas Patriot, tregua y defensa aérea
La conversación incluyó la necesidad urgente de más sistemas Patriot. Kiev ha sufrido un incremento de ataques con misiles y necesita reforzar sus defensas. Trump reconoció el pedido, aunque advirtió que “son difíciles de conseguir” y que EE.UU. también los necesita.
Zelensky aprovechó para hablar de paz. “Conversamos sobre cómo lograr un alto el fuego y una paz real”, escribió en redes sociales. Esta declaración cobra fuerza tras más de tres años de conflicto con Rusia y después de que las negociaciones con Moscú en Estambul desembocaran únicamente en intercambios de prisioneros y restos mortales.
Un repaso por el frente y tensiones pasadas
Zelensky corrigió declaraciones previas de Trump, reiterando que “Putin no está ganando” y que la situación en el frente dista mucho de lo que algunos sectores creen. Además, recordó el incidente de febrero pasado, cuando ambos líderes protagonizaron un altercado verbal en la Casa Blanca. Esta vez, la reunión fue cordial, productiva y, según un alto funcionario ucraniano, “satisfactoria”.
El respaldo europeo y presión contra Rusia
La agenda del mandatario ucraniano en La Haya fue intensa. Además de su encuentro con Trump, se reunió con los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Polonia, Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia, y con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Los temas centrales: reforzar la defensa aérea, interceptar drones Shahed y sancionar los sectores energético y bancario de Rusia. También pidió actuar contra la flota fantasma rusa que elude sanciones para exportar petróleo.
Una nueva hoja de ruta para Ucrania
Zelensky dejó claro que la guerra no puede terminar sin una combinación de medidas: defensa sólida, sanciones reales, cooperación militar y voluntad política. Con la posibilidad de fabricar drones de forma conjunta con Estados Unidos, se abre una puerta que, además de militar, es simbólica: el compromiso de seguir luchando por la soberanía y la paz, con aliados estratégicos.
La historia aún no termina. Pero si algo dejó clara esta cumbre, es que Ucrania busca dejar de resistir en soledad.


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