El cielo entre México y Estados Unidos se enfrenta a un giro inesperado. A última hora del lunes 15 de septiembre, la administración del presidente Donald Trump ordenó a Delta Air Lines y Aeroméxico poner fin a su empresa conjunta antes del 1 de enero de 2026, un acuerdo que desde hace años permitía coordinar horarios, precios y rutas de vuelos.
La medida, propuesta en julio por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), busca corregir lo que consideran efectos anticompetitivos en la ruta México–Estados Unidos, especialmente en el mercado de Ciudad de México, donde ambas aerolíneas tenían una ventaja significativa.
¿Qué implica esta decisión para los pasajeros?
Aunque la orden suena drástica, Delta no tendrá que vender su participación del 20% en Aeroméxico. Además, los acuerdos de código compartido seguirán operando con normalidad, lo que garantiza que los pasajeros podrán mantener la conectividad internacional y acumular o redimir puntos en sus programas de viajero frecuente.
La respuesta de Aeroméxico
En un comunicado difundido en sus canales oficiales, Aeroméxico lamentó la decisión del gobierno estadounidense. La aerolínea subrayó que la alianza había traído beneficios al turismo, a la conectividad y a los consumidores, y defendió el valor que la cooperación con Delta había significado para ambas naciones.
Aeroméxico insistió en que la medida no afectará a los clientes actuales, quienes podrán seguir disfrutando de la red conjunta de vuelos y servicios de ambas compañías mientras se define el futuro de la colaboración.
El gremio de pilotos también reacciona
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) también fijó postura, lamentando la resolución del DOT. En su comunicado, advirtió que la ruptura de la sociedad puede impactar gravemente la industria aérea en ambos países, comprometiendo empleos y el equilibrio del sector.
El gremio aseguró que continuará defendiendo los intereses de la aviación nacional, al tiempo que expresó preocupación por la incertidumbre que la medida genera entre trabajadores y pasajeros.
Un nuevo capítulo en la aviación bilateral
La alianza entre Delta y Aeroméxico representaba uno de los ejemplos más sólidos de cooperación aérea en la región. Su desmantelamiento abre un escenario de incertidumbre, donde ambas compañías deberán replantear estrategias para mantener su posición en el competitivo mercado de vuelos internacionales.Mientras tanto, los usuarios siguen viajando bajo los estándares habituales de servicio y conectividad, a la espera de conocer qué futuro les depara a dos aerolíneas que habían encontrado en su unión una forma de volar más lejos.
TE PODRÍA INTERESAR