Trump y su postura cambiante sobre Ucrania
A ocho meses de iniciar su segundo mandato, Donald Trump ha mostrado menos interés en mediar en el conflicto de Ucrania, sumarse a las “garantías de seguridad” europeas o compartir inteligencia con Kiev. Durante su participación en la ONU, señaló que con valentía, ingenio y armas de la OTAN, Ucrania podría recuperar territorios ocupados por Rusia. Sin embargo, su postura refleja un deseo más profundo de distanciarse del conflicto tras no lograr negociar directamente con Vladimir Putin.
Volubilidad y motivaciones de Trump
Como ocurre con muchas declaraciones políticas de Trump, sus palabras generan confusión sobre sus verdaderas intenciones. Según antiguos asesores, sus decisiones sobre política exterior suelen estar más motivadas por resentimientos y percepciones de falta de respeto que por análisis estratégico. Su repentino optimismo sobre la capacidad de Ucrania para recuperar territorio sorprendió incluso a sus propios asesores.
Reacciones de aliados y expertos
El secretario de Estado Marco Rubio reiteró que la guerra “no puede terminar militarmente” y que solo concluirá mediante negociaciones. Expertos consideran que el cambio de Trump es más retórico que estratégico: no hay llamados a alto al fuego, sanciones adicionales ni incremento en el apoyo militar estadounidense, más allá de lo que la OTAN ya compra en armas. Richard Fontaine, del Centro para la Nueva Seguridad Estadounidense, afirmó que Trump oscila entre minimizar y exagerar el papel de Estados Unidos en la guerra.
Impacto en la estrategia europea y apoyo a Ucrania
El primer ministro británico, Keir Starmer, señaló que Putin responde a la presión de Estados Unidos; la insinuación de Trump de mantenerse al margen no alteraría el statu quo. Mitch McConnell destacó que el presidente ha identificado a Rusia como agresor, pero advirtió que la intervención limitada de altos funcionarios podría socavar los esfuerzos de Trump para poner fin a la guerra.
Evaluación de la ayuda estadounidense
Laura Cooper, exfuncionaria del Pentágono, destacó que en los primeros tres años de conflicto, la ayuda estadounidense y europea a Ucrania estaba dividida, y que hoy la parte estadounidense ha desaparecido casi por completo. Europa puede mantener la lucha de Ucrania, pero no garantizar una victoria sin apoyo estadounidense en armas, tecnología e inteligencia.
Perspectiva de Zelenski y la ONU
El presidente Volodímir Zelenski recibió con cautela el cambio retórico de Trump, considerándolo un avance en la negociación indirecta. Sin embargo, Rusia no se mostró impresionada; Dmitri Peskov calificó la idea de que Ucrania pueda recuperar territorio mediante la lucha como errónea, describiendo a Rusia como un “oso” y no un “tigre de papel”. Zelenski recordó a la ONU que la seguridad depende de amigos y armas, no solo de leyes y resoluciones, subrayando la amenaza de drones rusos en Europa y la extensión de operaciones militares rusas.
Consecuencias estratégicas para el futuro
El conflicto prolongado evidencia la necesidad de Estados Unidos de evaluar sus gastos y apoyo material, más allá de los discursos presidenciales. Zelenski enfatizó que detener a Rusia ahora es más económico que enfrentar futuros riesgos de armamento avanzado, incluidos drones con potencial nuclear. La posición de Trump genera incertidumbre, pero al mismo tiempo abre la puerta a que aliados y Ucrania busquen reforzar cooperación militar y diplomática de manera independiente.
Incertidumbre y riesgo en la política internacional
La postura de Trump sobre Ucrania refleja una mezcla de estrategia retórica, motivaciones personales y decisiones tácticas que mantienen la guerra en un estado de incertidumbre. Mientras aliados europeos y Zelenski evalúan sus próximos pasos, Estados Unidos se enfrenta al dilema de equilibrar su influencia militar con las declaraciones presidenciales que podrían redefinir la intervención internacional en el conflicto.
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