Trump sube tarifas de visas a México: impacto económico y polémica global
Una nueva decisión del gobierno del presidente Donald Trump vuelve a encender el debate migratorio en Estados Unidos: a partir del año fiscal 2025, todas las visas de no inmigrante, incluidas las más comunes como la B1/B2 para turismo y negocios, tendrán un aumento significativo de costo. En pesos mexicanos, el precio pasará de 3,400 a 8,180 pesos, es decir, un incremento de más del 140%.
Este aumento proviene de la creación de una “tasa de integridad” estipulada en el One Big Beautiful Bill Act, una ley integral que combina medidas fiscales, sanitarias y de control migratorio, ya aprobada por el Senado estadounidense.
Aunque la fecha oficial de entrada en vigor aún no está confirmada, se estima que será el 1 de enero de 2026, tan pronto como el Departamento de Seguridad Nacional, encabezado por Kristi Noem, publique el reglamento operativo.
¿Por qué sube el precio de la visa? Las razones detrás de la nueva tarifa
La Casa Blanca justifica esta nueva tarifa como una herramienta para preservar la seguridad nacional y evitar abusos migratorios. La lógica oficial es simple: si un visitante cumple cabalmente las condiciones de su visa, sin exceder su estancia ni trabajar ilegalmente, podría reclamar el reembolso de la nueva tarifa.
No obstante, no existen detalles claros sobre cómo se realizará dicho reembolso ni en qué plazos. Todo quedará en manos del reglamento que defina Kristi Noem.
El gobierno asegura que con esta medida busca garantizar que quienes ingresan al país tengan «intenciones legítimas», y que el sistema migratorio pueda autofinanciarse mediante el cobro adicional a los viajeros.
El turismo internacional, en la cuerda floja: el Mundial 2026 como prueba clave
El aumento en el costo de las visas llega en un momento crucial: Estados Unidos se prepara para ser sede de la Copa Mundial de Fútbol 2026, junto con México y Canadá. Se espera una avalancha de turistas internacionales, especialmente latinoamericanos, que ahora enfrentarán una barrera económica adicional.
Para muchos críticos, esta medida podría representar un duro golpe al turismo, una industria que aportó más de 1.9 billones de dólares a la economía estadounidense en 2023. Países como México, Colombia, Perú y Brasil, donde el trámite ya es costoso en proporción al salario mínimo, podrían ver reducida su presencia de visitantes.
Un funcionario del sector turístico en Florida advirtió que esta decisión «disuadirá a miles de visitantes legítimos que aportan millones cada año». Varios legisladores demócratas han pedido revisar o eliminar la “tasa de integridad” antes de que entre en vigor.
Una ley con impacto múltiple: One Big Beautiful Bill Act
El aumento a las visas forma parte de un paquete legislativo más amplio, el One Big Beautiful Bill Act, que Trump ha promovido como un instrumento para fortalecer la economía y recuperar el control migratorio.
Este ambicioso proyecto incluye:
- Recortes fiscales para empresas tecnológicas y manufactureras.
- Incentivos sanitarios para estados con baja cobertura médica.
- Aumentos en tarifas migratorias para reforzar el sistema sin depender de recursos públicos.
El apartado migratorio, no obstante, es el que más ha llamado la atención internacional. La inclusión de un ajuste anual por inflación a la nueva tarifa, anticipa que el costo seguirá creciendo en los próximos años.
Reacciones en México: ¿cómo afecta al ciudadano común?
En México, el impacto es inmediato y profundo. Actualmente, tramitar una visa B1/B2 cuesta alrededor de 3,400 pesos mexicanos, una cantidad significativa para la mayoría de los hogares. Con el nuevo esquema, el gasto se disparará a 8,180 pesos, lo que equivale a más de un mes de salario mínimo.
Además, el proceso de reembolso no está garantizado, por lo que muchas personas simplemente no podrán asumir el riesgo económico. Esto acentúa las desigualdades y limita la movilidad de los sectores con menos ingresos.
Las visas como herramienta política en la era Trump
El uso de las visas como filtro ideológico y económico no es nuevo en la gestión Trump. Desde su primera presidencia, el expresidente promovió políticas de “mérito”, buscando que los visitantes y migrantes tuvieran mayor poder adquisitivo o perfiles laborales estratégicos.
Ahora, con esta tarifa extra, la Casa Blanca institucionaliza esa filosofía: quien quiera visitar Estados Unidos, deberá pagar más y asumir más riesgos. Aunque se ofrece la posibilidad de recuperar el dinero, los obstáculos administrativos podrían disuadir a millones.
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