La política de drogas en Estados Unidos podría estar a punto de vivir un giro histórico. El presidente Donald Trump declaró este lunes que su administración está evaluando la posibilidad de reclasificar la marihuana como una sustancia menos peligrosa, abriendo un nuevo capítulo en uno de los debates más divisivos del país.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la que también abordó temas de seguridad y control federal sobre Washington D. C., Trump sorprendió con declaraciones que colocan a la marihuana en el centro de la conversación nacional.
“Estamos analizando ese tema. Aún es muy pronto”, afirmó. “A algunas personas les gusta, a otras no. Lo estamos estudiando y tomaremos una decisión en las próximas semanas… esperamos que sea la correcta. El tema de la marihuana es muy complicado”, añadió.
De droga de alto riesgo a clasificación moderada
Actualmente, la marihuana está catalogada como una droga de Lista 1 por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), junto con sustancias como la heroína y el fentanilo, lo que implica que se considera sin valor médico aceptado y con alto potencial de abuso.
La propuesta que estudia la Casa Blanca implicaría pasarla a la Lista 3, categoría reservada para drogas con potencial moderado o bajo de dependencia física y psicológica, lo que reduciría las restricciones federales y podría abrir el camino para más investigaciones y un acceso más seguro.
La información surge después de un reporte de CNN, que reveló que Trump mencionó el tema en una reunión privada con donantes, asegurando que su gobierno “tiene que estudiar” la clasificación actual de la marihuana.
Promesa de campaña y presiones estatales
Durante su campaña presidencial, Trump había prometido mayor libertad para los estados en materia de legalización y regulación de la marihuana, así como facilitar el acceso a productos seguros para adultos. Sin embargo, en sus primeros seis meses de presidencia, no había tomado medidas concretas, reflejando lo complejo y polarizante del asunto.
Voceros de la Casa Blanca confirmaron que “todas las políticas, requerimientos legales e implicaciones están siendo considerados” antes de tomar una decisión final.
Contexto: guerra contra el fentanilo y la seguridad pública
En la misma conferencia, el director del FBI, Kash Patel, resaltó los esfuerzos contra el narcotráfico: 1,500 kilogramos de fentanilo incautados este año, un 25% más que en 2024, y más de 19,000 arrestos, el doble que en el mismo periodo anterior. Patel subrayó que esa cantidad de fentanilo sería suficiente para causar la muerte de 115 millones de estadounidenses.
Aunque la marihuana y el fentanilo son sustancias con riesgos y contextos muy distintos, la mención en la misma conferencia pone en evidencia que la discusión sobre drogas en EE. UU. está más viva que nunca.
Un posible punto de inflexión
Si Trump decide mover la marihuana de la Lista 1 a la Lista 3, se trataría de uno de los cambios más significativos en la política de drogas federal en décadas. Para muchos defensores de la legalización, sería un paso hacia el reconocimiento de sus usos medicinales y una oportunidad para reducir el mercado ilegal.
Sin embargo, para los opositores, representaría un riesgo de normalizar una sustancia que aún genera preocupaciones sobre su impacto en la salud pública, especialmente entre menores de edad.
La decisión podría llegar en cuestión de semanas, pero su impacto se sentiría durante años.
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