La tensión volvió a escalar en Medio Oriente después de que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, advirtiera que Hamas será desarmado “rápida y violentamente” si no cumple con los acuerdos de paz establecidos tras el cese al fuego con Israel.
Durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente argentino Javier Milei, Trump reveló que había enviado un mensaje directo al grupo militante a través de intermediarios, en el que exigía su desarme inmediato.
“Si no se desarman, los desarmaremos nosotros. Y ocurrirá rápida y quizás violentamente”, afirmó el mandatario estadounidense ante los medios.
Su declaración llega apenas días después de culminar su visita diplomática a Medio Oriente, donde participó en la negociación del alto el fuego entre Israel y Hamas, un logro que el propio Trump calificó como “el primer paso hacia la estabilidad de la región”.
Un acuerdo de paz bajo presión internacional
El pacto, mediado por la administración estadounidense, permitió la liberación de los últimos rehenes israelíes vivos en Gaza y la liberación simultánea de prisioneros palestinos. Sin embargo, el grupo Hamas no ha hecho público ningún compromiso formal de desarme, lo que ha generado desconfianza en Washington y Tel Aviv.
Trump aseguró que el grupo le habría transmitido verbalmente su disposición a cumplir con los términos de su propuesta de paz de 20 puntos, pero remarcó que “la palabra no basta; necesitamos hechos”.
“Hablé con Hamas y me dijeron: ‘Sí, señor, vamos a desarmarnos’. Pero quiero verlo. No basta con prometer”, dijo Trump.
Washington advierte sobre una respuesta militar inmediata
Fuentes cercanas al Departamento de Estado señalan que la Casa Blanca ya trabaja en un plan de contingencia militar en caso de que Hamas no cumpla con su promesa de desarme. Este plan incluiría apoyo logístico de aliados regionales como Egipto y Jordania, además de presencia naval estadounidense en el Mediterráneo oriental.
Analistas internacionales advierten que el tono de Trump marca un retorno a la política de disuasión dura, que busca enviar un mensaje claro a los actores no estatales de la región: cualquier intento de rearmarse o desafiar los acuerdos será respondido con fuerza.
Un nuevo tablero geopolítico con Milei como aliado
La reunión con Javier Milei no fue casualidad. Ambos líderes, que comparten posturas conservadoras y una relación de afinidad política, discutieron los desafíos globales de seguridad y el rol de Estados Unidos en el reordenamiento del poder mundial.
Milei respaldó públicamente el mensaje de Trump, afirmando que “el terrorismo no puede negociarse, solo debe erradicarse”.
Esta alianza refuerza la imagen de Trump como un líder dispuesto a intervenir directamente en conflictos internacionales, en contraste con la política más diplomática de administraciones anteriores.
El desafío de mantener la paz
Aunque el alto el fuego trajo un respiro temporal, la amenaza de un nuevo ciclo de violencia sigue latente. El éxito del acuerdo dependerá de la capacidad de Hamas para cumplir su promesa y de la diplomacia estadounidense para evitar una nueva escalada militar.
Si las palabras de Trump se convierten en acciones, el equilibrio en Medio Oriente podría volver a cambiar drásticamente, redefiniendo una vez más el papel de Estados Unidos en la región.
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