Un ataque a metros del poder ejecutivo

Un tiroteo registrado a primeras horas de la tarde en el centro de Washington D.C. encendió las alarmas en uno de los perímetros más protegidos del país. A las 14:15 horas, dos miembros de la Guardia Nacional fueron heridos por disparos frente a la estación de metro Farragut West, una zona situada a poco más de una milla de la Casa Blanca. El incidente obligó a activar un cierre de seguridad inmediato mientras equipos federales y locales acudían a la escena.

Testigos en el área describieron un ambiente caótico. Una corresponsal que se dirigía a su trabajo relató haber escuchado “múltiples disparos” mientras pasaba por la estación, y atestiguó cómo varios miembros de la Guardia Nacional corrían hacia la zona del ataque. En medio de la confusión, uno de ellos cayó al suelo, aparentemente herido, mientras el flujo del tráfico era detenido por unidades de seguridad.

Reacción inmediata de las autoridades al tiroteo

La Policía de Tránsito Metropolitana fue la primera en confirmar públicamente el incidente a través de un mensaje en el que pidió a los residentes evitar el área y mantenerse atentos a información oficial. La estación de Farragut West, ubicada en un corredor estratégico que conecta las líneas Naranja, Plateada y Azul, es un punto donde frecuentemente se despliegan unidades del Servicio Secreto cuando se detectan amenazas que podrían impactar el perímetro presidencial.

Poco después del ataque, agentes locales, federales y personal de emergencia acordonaron la zona, revisaron calles cercanas y evaluaron los daños. Aunque inicialmente no hubo información clara sobre el agresor, reportes posteriores confirmaron la detención de un sospechoso, lo que permitió desactivar parcialmente el estado de alerta.

El cierre preventivo de la Casa Blanca tuvo como propósito evitar cualquier riesgo adicional mientras se confirmaba si se trataba de un evento aislado o parte de un acto de mayor escala. Hasta ahora, las autoridades no han proporcionado un motivo oficial del ataque ni más detalles sobre el detenido.

Un área sensible y de constante vigilancia

La ubicación del tiroteo es especialmente delicada. Farragut West es uno de los accesos más transitados por personal gubernamental, periodistas, militares y ciudadanos que transitan diariamente entre oficinas federales y zonas turísticas. La presencia de facciones del Servicio Secreto en la zona es habitual, ya que su división uniformada suele desplazarse por este corredor cuando existen reportes de riesgo o cuando se necesita reforzar la seguridad nacional.

El ataque generó preocupación entre residentes y visitantes que quedaron atrapados en la zona acordonada. Ambulancias, patrullas y unidades del Servicio Secreto se posicionaron estratégicamente alrededor del perímetro, mientras los equipos médicos atendían a los dos guardias heridos, quienes fueron trasladados a hospitales distintos debido a la gravedad de los impactos.

Condena presidencial tras el ataque

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó casi de inmediato al ataque, calificando al tirador como un “animal” y asegurando que “pagará un precio muy alto” por sus acciones. La declaración, difundida por medios nacionales, subrayó la indignación de la administración ante un incidente que vulnera la seguridad de fuerzas encargadas de proteger el orden en la capital federal.

Trump también confirmó que los dos miembros de la Guardia Nacional permanecen en estado grave en centros médicos distintos, donde reciben atención especializada. Su mensaje reforzó la intención del gobierno federal de perseguir con rigor cualquier ataque dirigido contra personal militar o de seguridad en el país.

Un episodio que refuerza la tensión en la capital

Este nuevo tiroteo ocurre en un contexto donde las autoridades de Washington D.C. han reforzado protocolos ante amenazas crecientes en espacios públicos. La presencia de múltiples agencias federales, diplomáticas y administrativas convierte a la capital en un punto crítico donde cualquier incidente dispara respuestas coordinadas de alto nivel.

Aunque el tiroteo parece haber sido un acto individual, su cercanía a la Casa Blanca reaviva el debate sobre la seguridad en zonas abiertas al público y el riesgo para fuerzas que patrullan espacios urbanos. La investigación continúa, mientras se espera más información oficial sobre el estado de los heridos y los antecedentes del detenido.