En agosto de 2025, las exportaciones chinas crecieron apenas un 4,4%, su nivel más bajo en seis meses, frente a un aumento del 7,2% en julio. Este descenso se debe principalmente a la caída del 33,12% en los envíos a Estados Unidos, producto de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Las importaciones también se desaceleraron, subiendo solo un 1,3% frente al 4,1% del mes anterior. Este panorama evidencia la presión externa sobre la economía orientada a la exportación de China y la necesidad de diversificar sus mercados.
Estrategia de diversificación de Beijing
Frente a la incertidumbre con Estados Unidos, China ha incrementado sus exportaciones a países del sudeste asiático en un 22,5%, y busca abrir rutas comerciales hacia África y América Latina. Esta maniobra busca compensar la pérdida de uno de sus principales compradores, que históricamente absorbía más de 400.000 millones de dólares anuales en productos chinos.
Según analistas, las exportaciones hacia estos mercados alternativos están ligadas a fábricas que importan materias primas y componentes desde China, lo que ayuda a mantener la actividad industrial interna pese a la caída de ventas a EE.UU.
Impacto de la tregua arancelaria y medidas futuras
A mediados de agosto, ambas potencias acordaron una tregua de 90 días bloqueando los gravámenes estadounidenses del 30% y los aranceles chinos del 10% sobre productos estadounidenses. Sin embargo, los analistas advierten que, si los aranceles de Trump superan el 35%, los exportadores chinos enfrentarán una situación económicamente insostenible.
Mientras tanto, las autoridades chinas buscan retrasar medidas fiscales adicionales y controlar estrictamente programas de estímulo interno, como el plan de “dinero por chatarra”, para asegurar estabilidad presupuestaria.
Superávit comercial y proyecciones
A pesar de la desaceleración, China registró un superávit comercial de 102.300 millones de dólares en agosto, ligeramente superior a los 98.240 millones de julio, pero aún muy por debajo de los 114.700 millones de junio.
Expertos coinciden en que la recuperación dependerá de la diversificación hacia Asia, África y América Latina, así como de la capacidad de Beijing para estimular la demanda interna sin comprometer la estabilidad económica.
La economía china enfrenta un desafío crítico: los aranceles de EE.UU. limitan el crecimiento de exportaciones, pero la diversificación y las políticas internas ofrecen un respiro estratégico. La evolución de estas medidas será clave para mantener el superávit y la competitividad global.
TE PODRÍA INTERESAR