El enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, se reunió este sábado en Tel Aviv con familiares de rehenes que continúan cautivos en la Franja de Gaza, a casi dos años del ataque perpetrado por Hamas contra Israel. La visita ocurre en un contexto de creciente presión social e internacional para lograr la liberación de los secuestrados.
El 7 de octubre de 2023, combatientes de Hamas ingresaron a territorio israelí y tomaron como rehenes a 251 personas. Hasta la fecha, 49 permanecen en cautiverio, y de ellas, 27 habrían muerto, según datos del ejército israelí.
Clamor en la Plaza de los Rehenes
Witkoff llegó a pie a la llamada «Plaza de los Rehenes», en el centro de Tel Aviv, donde fue recibido por decenas de familiares que, entre lágrimas y consignas, exigían una solución urgente: “¡Tráiganlos a casa ahora!”. Posteriormente, sostuvo una reunión privada con algunos de ellos en un edificio aledaño, la cual se prolongó por casi tres horas.
Durante el encuentro, el diplomático reiteró “el compromiso del presidente Trump, así como su propio compromiso personal” para lograr la liberación de todos los rehenes, según informó el Foro de Familias de Rehenes en un comunicado.
La manifestación estuvo marcada por el dolor y la frustración. “Pronto llegaremos a dos años de sufrimiento indescriptible, 666 días de trauma”, expresó Michel Ilouz, padre de uno de los cautivos. “La guerra debe terminar. El gobierno no lo hará por su cuenta; hay que detenerlo”, agregó Yotam Cohen, hermano de otro rehén.
Guerra sin tregua
El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, aseguró este sábado que si no se logra un acuerdo, la guerra continuará “sin tregua”. Su declaración se dio tras visitar Gaza el viernes.
El conflicto, iniciado por el ataque del 7 de octubre, ha dejado hasta ahora mil 219 muertos del lado israelí, en su mayoría civiles, y más de 60 mil fallecidos en Gaza, según el Ministerio de Salud controlado por Hamas. La ONU considera estas cifras como fiables.
Crisis humanitaria y acusaciones cruzadas
Israel mantiene desde hace meses un control severo del ingreso de ayuda humanitaria al enclave palestino, lo que ha generado escasez de alimentos y una crisis catalogada por la ONU como una “hambruna generalizada”. Aunque en mayo se reanudó parcialmente el acceso de víveres, las organizaciones internacionales consideran insuficiente el flujo de suministros.
El viernes, Witkoff también visitó Gaza y prometió incrementar la ayuda humanitaria. En paralelo, Human Rights Watch denunció la muerte de civiles palestinos que buscaban alimentos como crímenes de guerra cometidos por fuerzas israelíes.
En respuesta, Zamir calificó estas acusaciones como una campaña de desinformación para desacreditar al ejército israelí. “El responsable de las muertes y del sufrimiento en Gaza es Hamas”, concluyó.


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