viernes, diciembre 19, 2025

EEUU sanciona a Gustavo Petro y lo acusa de líder del narcotráfico

ensión total: Estados Unidos sanciona a Petro y su entorno por narcotráfico, en un nuevo capítulo de enfrentamiento político con Donald Trump.

Estados Unidos sanciona a Petro: el nuevo choque diplomático

La tensión entre Estados Unidos y Colombia alcanzó su punto más alto en años. El presidente estadounidense Donald Trump ordenó sanciones financieras contra el mandatario colombiano Gustavo Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior Armando Benedetti, acusándolos de “facilitar el narcotráfico internacional”.

El anuncio del Departamento del Tesoro cayó como un balde de agua fría sobre la Casa de Nariño. Con un comunicado contundente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que desde la llegada de Petro al poder “la producción de cocaína se ha disparado a su nivel más alto en décadas, inundando Estados Unidos y envenenando a los estadounidenses”.

Las sanciones implican el congelamiento inmediato de todos los activos de los implicados en territorio estadounidense y la prohibición para cualquier empresa o ciudadano norteamericano de realizar transacciones con ellos.


Petro responde: “Ni un paso atrás y jamás de rodillas”

Horas después del anuncio, Gustavo Petro rompió el silencio. A través de la red X, el mandatario colombiano aseguró que las sanciones son una represalia política a su postura independiente frente a Washington.

“Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína. Ni un paso atrás y jamás de rodillas”, escribió.

La respuesta de Petro refleja la creciente confrontación con Donald Trump, quien en los últimos meses ha endurecido su discurso contra los gobiernos latinoamericanos que considera “cómplices del narcotráfico”.


La OFAC y la temida Lista Clinton

La inclusión de Petro y su entorno en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) es una medida de alto impacto diplomático. Creada en 1995 durante la presidencia de Bill Clinton, la llamada “Lista Clinton” busca aislar financieramente a individuos y organizaciones vinculadas al narcotráfico o al terrorismo.

Estar en esta lista significa, en la práctica, quedar fuera del sistema financiero internacional. Ningún banco, empresa o institución puede mantener relaciones con las personas designadas, bajo pena de sanciones secundarias por parte del Tesoro estadounidense.

En el pasado, esta herramienta fue usada contra empresarios, funcionarios e incluso gobiernos enteros que Estados Unidos consideró “amenazas para la seguridad nacional”.


De la cooperación al conflicto: la fractura entre Bogotá y Washington

Durante décadas, Colombia fue el principal aliado de Estados Unidos en la lucha contra las drogas. Programas como el Plan Colombia representaron miles de millones de dólares en asistencia militar y tecnológica. Sin embargo, la llegada de Petro cambió la estrategia.

Su política de “paz total” busca sustituir la erradicación forzada de cultivos por un enfoque social y de salud pública, centrado en la reducción del consumo y la sustitución voluntaria de la hoja de coca. Para Trump, esto es una señal de debilidad.

El mandatario estadounidense ha insistido en que “Colombia se ha convertido en un santuario para los cárteles de la droga” y que “Petro ha protegido a las organizaciones narcoterroristas”.


El detonante: acusaciones y retiro de apoyo financiero

El conflicto escaló tras un episodio ocurrido en septiembre, cuando Petro, desde Nueva York, pidió a los militares estadounidenses que desobedecieran las órdenes de Trump respecto a la guerra en Gaza.

Pocos días después, Washington revocó su visa y suspendió la ayuda financiera destinada a programas de cooperación antidrogas. Trump, desde la Casa Blanca, redobló las acusaciones al calificar a Petro de “matón y mal tipo” y afirmar que “Colombia fabrica demasiadas drogas”.

Estas declaraciones marcaron un punto de no retorno en la relación bilateral. Por primera vez en más de tres décadas, Estados Unidos retiró oficialmente a Colombia de la lista de naciones que cooperan en la lucha contra el narcotráfico.


Impacto político en Colombia: Petro frente a una tormenta

Las sanciones llegan en un momento delicado para Petro, que enfrenta críticas internas por su política económica y por los escándalos que involucran a su hijo Nicolás Petro. Su inclusión en la Lista Clinton agrava la percepción internacional de debilidad institucional y puede afectar la estabilidad del gobierno.

Los analistas advierten que Colombia podría enfrentar dificultades para acceder a financiamiento internacional, ya que las entidades bancarias suelen aplicar protocolos restrictivos a países con altos niveles de sanciones o riesgos reputacionales.

En el plano político, la oposición colombiana ha pedido explicaciones al presidente y exigido un pronunciamiento del Congreso ante lo que consideran “una crisis diplomática sin precedentes”.


Trump refuerza su estrategia regional

El endurecimiento de la postura de Donald Trump hacia Colombia forma parte de su agenda regional, centrada en combatir el narcotráfico con medidas punitivas y sanciones directas.

En discursos recientes, el mandatario estadounidense ha advertido que “ningún líder que proteja a criminales o narcos podrá ser aliado de Estados Unidos”. Según fuentes del Tesoro, podrían venir nuevas sanciones a funcionarios colombianos si no se modifica la actual política antidrogas.

La Casa Blanca busca enviar un mensaje contundente a América Latina: tolerancia cero con gobiernos que, a su juicio, “favorezcan la producción o el comercio ilícito de drogas”.


Un punto de inflexión en la relación histórica

El enfrentamiento entre Petro y Trump podría redefinir décadas de cooperación entre Washington y Bogotá. Lo que antes fue una alianza estratégica ahora parece convertirse en una batalla diplomática abierta, con consecuencias imprevisibles para la región.

Mientras el gobierno colombiano intenta resistir la presión internacional, el futuro de la relación bilateral dependerá de la capacidad de ambas naciones para encontrar un nuevo equilibrio entre soberanía, seguridad y diplomacia.

Lo cierto es que, por ahora, el discurso de confrontación domina la escena. Y en medio de esta tormenta política y mediática, Colombia enfrenta el desafío de sostener su estabilidad sin renunciar a su independencia.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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