La sentencia que cambió el rumbo del caso César Duarte
A cinco años de iniciarse una de las acusaciones más mediáticas por presunta corrupción en México, el nombre de César Duarte volvió a encabezar titulares, pero esta vez desde una perspectiva distinta: una corte del condado de El Paso, Texas, lo absolvió de las denuncias relacionadas con la adquisición irregular de 50 propiedades en Estados Unidos, valuadas en más de 25 millones de dólares.
Lo que por años fue utilizado como un símbolo del supuesto saqueo institucional en el estado de Chihuahua, hoy fue desestimado “de forma absoluta y completa” por una autoridad judicial extranjera. La decisión, que sacude la narrativa construida por el gobierno de Javier Corral en su momento, podría redefinir el destino judicial y político de Duarte, hoy aún sujeto a procesos en territorio mexicano.
La acusación: 50 propiedades, 25 millones de dólares y un presunto desfalco
En 2019, el entonces gobernador de Chihuahua, Javier Corral, presentó ante autoridades estadounidenses una acusación que sostenía que Duarte había adquirido, con recursos públicos desviados, una vasta red de bienes raíces en Texas y otros estados. La narrativa fue potente: lujo, corrupción y traición al erario.
Sin embargo, tras años de análisis, documentación y audiencias, la justicia texana no encontró pruebas concluyentes para respaldar dicha denuncia. La resolución fue clara: no existe evidencia suficiente para sostener que las propiedades mencionadas hayan sido adquiridas con dinero público mexicano.
La respuesta de César Duarte: “Me inventaron un crimen que nunca existió”
Tras conocerse el fallo, el propio César Duarte ofreció declaraciones tajantes:
“Es increíble que tengamos que esperar la validación de una corte extranjera para disipar las dudas de que hubo manipulación o no.”
Duarte no sólo celebró la resolución, sino que volteó la acusación contra Javier Corral, a quien calificó como responsable de una campaña de difamación sin sustento. En un tono confrontativo, exigió que se haga justicia, no sólo en su caso, sino en el de otros a quienes —según él— se les persiguió políticamente.
“Algunos perdieron la vida, otros sufrieron tortura o prisión. Es momento de que el cobarde de Corral enfrente las consecuencias.”
La estrategia de la defensa: desmontar una narrativa mediática sin pruebas
Juan Carlos Mendoza, abogado del exgobernador, señaló que la sentencia no solo representa una victoria legal, sino una demostración de que el expediente carecía de sustento desde el principio.
“No había una sola prueba que acreditara la denuncia presentada por Corral. Solo declaraciones, suposiciones y presión política.”
Además, anunció que están a la espera de más documentación del proceso estadounidense, la cual servirá como base para acciones legales adicionales, que podrían incluir una denuncia por difamación y daños al honor.
Implicaciones legales y políticas: ¿un caso cerrado o el inicio de otro juicio?
Aunque esta sentencia no exime automáticamente a Duarte de todos los cargos que enfrenta en México, sí representa un giro radical en la narrativa que lo ha rodeado en los últimos años. La legitimidad de las acusaciones del gobierno de Corral, así como la forma en que se construyó el caso, quedan ahora en entredicho.
Para Duarte y su equipo legal, esta victoria podría ser utilizada como pieza clave en la estrategia de defensa en México, argumentando persecución política y violaciones al debido proceso.
¿Qué sigue para Duarte y su defensa?
- Presentar la resolución en tribunales mexicanos como prueba de inocencia en causas paralelas.
- Solicitar reparaciones legales por daño moral y perjuicio económico.
- Acusar formalmente a Javier Corral de abuso de autoridad y fabricación de pruebas.
- Presionar a los jueces nacionales a actuar con imparcialidad y no bajo presión política.
¿Y Javier Corral?
Hasta el momento, Corral no ha emitido una respuesta oficial. Sin embargo, el llamado público de Duarte a que enfrente las consecuencias marca un punto de inflexión en una disputa que, lejos de cerrarse, podría escalar a niveles judiciales y políticos aún más altos.
El dilema del sistema judicial mexicano
Este episodio no solo pone bajo la lupa el caso de César Duarte, sino la integridad del sistema judicial mexicano. ¿Cuántos casos similares podrían haber sido construidos con base en intereses políticos? ¿Cuántos ciudadanos, sin el alcance mediático de Duarte, enfrentan procesos igualmente injustos?
La resolución de la corte estadounidense abre una grieta en la confianza hacia los procesos judiciales locales y plantea una urgencia: reformar el sistema con mecanismos que impidan la manipulación del poder judicial.


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