Cada año, el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center en Nueva York marca el inicio de la temporada festiva, y este 2024 no fue la excepción. Miles de residentes y turistas se agolpan en la famosa plaza para ser testigos de esta tradición, que se ha convertido en un símbolo invernal de la ciudad. La noche del 4 de diciembre, la majestuosa estructura iluminada con millones de luces dio inicio a las festividades, acompañada por la música de artistas de renombre como la mexicana Thalía, la icónica banda Backstreet Boys, y la talentosa Kelly Clarkson.
Un evento marcado por la música y la tragedia
El ambiente festivo que llenaba las calles cercanas al Rockefeller Center fue intensamente contrastado por una tragedia que ocurrió esa misma mañana. Fuera del Hotel Hilton, a solo unos minutos caminando del lugar, el CEO de la aseguradora UnitedHealthcare fue asesinado a tiros. Esta noticia conmocionó a la ciudad, pero no impidió que la inauguración de las festividades navideñas continuara su curso.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) desplegó un gran número de agentes para garantizar la seguridad de los asistentes. A pesar de la tragedia, la ciudad se mantuvo firme en su celebración, demostrando la resiliencia de los neoyorquinos frente a los momentos difíciles.
Thalía y otros artistas en el escenario del Rockefeller Center
El encendido del árbol de Navidad es una de las citas más esperadas del año en Nueva York, y este 2024, el evento estuvo marcado por las presentaciones de grandes artistas. Thalía, la «Reina de las telenovelas», deslumbró al público con su energía y carisma, añadiendo un toque latino a la noche. La cantante y actriz mexicana, conocida por su vasta carrera musical, se unió a los Backstreet Boys, quienes trajeron consigo un recorrido por sus éxitos más icónicos, y Kelly Clarkson, ganadora de American Idol, quien emocionó a los asistentes con su potente voz.
Aunque el evento estuvo envuelto en un aire festivo, la sombra de la tragedia de esa mañana lo hizo más conmovedor, recordando a todos la fragilidad de la vida, mientras se celebra la luz y la unión en la temporada navideña.
La fila interminable: turistas y residentes por igual
A pesar de los desafortunados sucesos ocurridos en la ciudad, el entusiasmo por presenciar el encendido del árbol no se desvaneció. Residentes de toda la ciudad y turistas que visitaban Nueva York, algunos por primera vez, se formaron en largas filas para ser testigos de la espectacular vista. En declaraciones a EFE, Poulomi, una joven de origen indio residente en la ciudad, compartió su esperanza: «Es la primera vez que venimos a ver el árbol y tenemos la esperanza de que podremos entrar.»
Por otro lado, Carlos, un guatemalteco residente en Connecticut, había viajado especialmente a la Gran Manzana para asistir al evento. Aunque la espera de más de una hora le generó frustración, su optimismo seguía intacto. «Queremos verlo porque es algo emblemático», expresó.
Este contraste entre la espera de miles de personas para vivir la magia de la Navidad y la noticia del asesinato del CEO en la mañana refleja la complejidad de la vida en Nueva York: un lugar lleno de celebraciones, pero también de desafíos.
La tragedia de Ernestina Sodi: Thalía enfrenta otro golpe familiar
Mientras la ciudad de Nueva York celebraba el inicio de la temporada navideña, la cantante Thalía enfrentaba una tragedia personal. El 26 de octubre, Thalía informó a través de sus redes sociales sobre el fallecimiento de su hermana Ernestina Sodi, quien había luchado contra problemas de salud derivados de dos infartos y un síndrome coronario agudo, un padecimiento que afecta al corazón al bloquear el flujo sanguíneo de una arteria coronaria.
Ernestina Sodi, además de ser hermana de Thalía, fue una reconocida periodista en México, y su muerte dejó un vacío en la familia y en la comunidad mexicana. Durante su hospitalización, fue rodeada de familiares y amigos cercanos, quienes hicieron todo lo posible por brindarle apoyo y hacerla sentir mejor en sus últimos días.
La partida de Ernestina Sodi representa un momento doloroso para Thalía, quien se vio obligada a lidiar con una tragedia personal en un año ya cargado de emociones. Sin embargo, la fortaleza de Thalía y su capacidad para sobrellevar las adversidades son una inspiración para muchos.
La Navidad en Nueva York: un reflejo de la dualidad de la vida
El encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center se convierte, año tras año, en una metáfora de la dualidad de la vida. Por un lado, está la alegría, la celebración y la esperanza que trae la Navidad, con sus luces brillantes y los sonidos festivos. Por otro, está la tristeza, el dolor y las pérdidas que también forman parte de la experiencia humana.
A pesar de los desafíos y tragedias, como el asesinato del CEO y la pérdida de un ser querido por parte de Thalía, Nueva York sigue adelante, celebrando la vida, la música y la esperanza en medio de la oscuridad. El árbol del Rockefeller, con su resplandor imponente, se convierte en un símbolo de resistencia, de luz en tiempos oscuros, y de la eterna esperanza de la temporada navideña.
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