TikTok reclutamiento se ha convertido en una alarma nacional en Colombia, donde organizaciones criminales utilizan la plataforma para atraer y capturar a menores de edad.
Un reciente estudio reveló cómo esta red social se transformó en la herramienta más directa y efectiva para contactar a niños, niñas y adolescentes, quienes quedan expuestos por la falta de filtros, supervisión digital y mecanismos de denuncia. Esta problemática, que crece en silencio, ya es considerada uno de los retos humanitarios más graves del país.
TikTok reclutamiento: la red donde inicia la captación criminal
Durante los últimos años, el TikTok reclutamiento avanzó sin freno ante millones de usuarios que consumen contenido a gran velocidad. Según el estudio “El algoritmo en el conflicto armado”, difundido por la ONG Vivamos Humanos, TikTok concentra la mayor cantidad de contenido accesible que promueve de manera directa o indirecta la captación de menores por parte de grupos armados ilegales.
Su algoritmo, basado en la difusión masiva, facilita que videos relacionados con estas prácticas acumulen hasta 200 mil visualizaciones y más de 76 mil interacciones.
A diferencia de Facebook, Instagram o Telegram, TikTok permite un acceso más libre a videos con mensajes alusivos a estructuras criminales.
Esto, según el informe, se debe a sus pocas restricciones, la facilidad para replicar contenido y la capacidad de encontrar publicaciones mediante palabras clave o etiquetas vinculadas a organizaciones armadas. La ONG confirmó al menos 40 casos con evidencia directa dentro de la plataforma, además de 70 cuentas relacionadas con grupos ilegales, identificadas tras analizar sus interacciones públicas.
¿Cómo operan las redes criminales en el entorno digital?
El TikTok reclutamiento se basa en dos modalidades principales. La primera consiste en supuestas ofertas laborales con las que los grupos armados promocionan actividades ilícitas disfrazadas de trabajo bien remunerado. La segunda opera mediante engaños, promesas falsas y métodos de captación directa, entre ellos el uso de correos humanos para atraer a los menores hacia zonas controladas por estructuras armadas.
Las cifras son alarmantes: la Defensoría del Pueblo reportó al menos 123 menores reclutados tan solo entre enero y septiembre de 2024. Aunque el número podría ser mayor, esta tendencia crece particularmente en regiones donde la presencia del Estado es limitada y los grupos ilegales dominan la economía local.
Las disidencias de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo son las organizaciones que más recurren a esta estrategia digital. El estudio señala que en departamentos como Norte de Santander, Putumayo, Nariño y Cauca, la vulnerabilidad es extrema debido a la falta de oportunidades, la pobreza y el control territorial de estructuras armadas. En el Caribe, Bolívar, Magdalena y Cesar también presentan casos recurrentes.
La coordinadora de derechos humanos del DIH, Lina Mejía, advirtió que la plataforma carece de canales efectivos de denuncia. Aunque un video sea eliminado, en muchos casos vuelve a aparecer dos o tres veces más, alimentando la reproducción constante del contenido. Esta falla estructural abre un espacio donde los grupos armados continúan operando sin freno y sin consecuencias inmediatas.
El expresidente Ernesto Samper, fundador de Vivamos Humanos, alertó que muchos de los jóvenes reclutados son los mismos que terminan muertos en bombardeos o enfrentamientos con el Estado. Esta pérdida sistemática de vidas juveniles debilita a las comunidades, destruye procesos de liderazgo y profundiza la crisis humanitaria que viven distintos territorios del país.
Hoy, el TikTok reclutamiento representa un desafío urgente para la seguridad digital, la protección de menores y la capacidad del Estado para intervenir en nuevos escenarios del crimen organizado. Lo que antes ocurría en zonas selváticas o rurales ahora sucede desde un celular, sin que los adultos responsables alcancen a detectarlo a tiempo. La violencia se digitaliza, se esconde en algoritmos y se disfraza de entretenimiento.
Frente a este panorama, el país enfrenta la necesidad de replantear estrategias de prevención, educación digital y regulación de plataformas que operan con millones de usuarios sin los filtros adecuados. El ecosistema criminal encontró en TikTok el espacio ideal para renovarse, expandirse y atraer a nuevas víctimas. La batalla ahora también se libra en el terreno virtual.
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