El final de un amor literario
La relación entre el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y la socialité Isabel Preysler siempre fue un romance que capturó la atención mediática. Sin embargo, según revelaciones del escritor y periodista Jaime Bayly, fue el propio Vargas Llosa quien decidió terminar la relación de casi ocho años porque «ya no la amaba». Este testimonio, compartido a través de su canal de YouTube, ofrece una mirada íntima a los últimos años del autor peruano y las razones que lo llevaron a alejarse de Preysler.
La enfermedad que cambió todo
Uno de los factores clave en la ruptura, según Bayly, fue el grave episodio de salud que vivió Vargas Llosa. En 2021, el escritor contrajo COVID-19 y fue hospitalizado en Madrid, donde enfrentó complicaciones severas. Lo que más lo afectó, según el periodista, fue que Preysler no lo visitó durante su convalecencia, lo que habría generado un profundo distanciamiento emocional.
Además, Vargas Llosa lidiaba en silencio con una enfermedad hematológica incurable, que lo llevó a reflexionar sobre sus prioridades. «La soledad durante ese trance marcó un antes y después», afirmó Bayly, sugiriendo que el autor peruano buscó alejarse de la vida social para enfocarse en su salud y su familia.
El conflicto entre la intelectualidad y el espectáculo
Otra razón fundamental para la separación fue el choque de estilos de vida. Mientras Vargas Llosa era un hombre de letras, dedicado a la literatura y el pensamiento crítico, Isabel Preysler pertenecía al mundo del glamour y la farándula. Según Bayly, el escritor «se hartó de la vida frívola» que llevaba su pareja, especialmente de su constante exposición en revistas como ¡Hola!, algo que contrastaba con su perfil reservado.
El periodista incluso afirmó que Vargas Llosa «no quería ser parte del circo mediático» que rodeaba a Preysler y sus hijas, Tamara Falcó y Ana Boyer, quienes, según él, aprovechaban su fama para beneficios económicos. «Terminó siendo un rehén de aquello que siempre criticó», sentenció Bayly.
El regreso a sus raíces
Tras la ruptura en 2022, Vargas Llosa volvió a Lima y se reencontró con su familia más cercana, incluyendo a su exesposa Patricia Llosa, con quien mantuvo una relación de respeto hasta el final de sus días. Según Bayly, sus últimos años estuvieron marcados por una búsqueda de paz y reconciliación con sus seres queridos, lejos del bullicio mediático que caracterizó su relación con Preysler.
El legado más allá del escándalo
Aunque su vida personal estuvo llena de polémicas, el legado literario de Vargas Llosa sigue siendo inmenso. Obras como «La ciudad y los perros», «La fiesta del chivo» y «Conversación en La Catedral» lo consolidaron como uno de los grandes escritores en lengua española. Su muerte, el 13 de abril de 2024, dejó un vacío en las letras hispanoamericanas, pero su obra perdurará más allá de los rumores y controversias.
Un amor que no resistió las diferencias
La historia entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler fue una mezcla de pasión, intelectualidad y espectáculo, pero al final, las diferencias en sus estilos de vida y prioridades los llevaron a separarse. Mientras Preysler siguió inmersa en el mundo del glamour, Vargas Llosa eligió la tranquilidad de sus libros y su familia, demostrando que, incluso para un Nobel, el amor no siempre es suficiente cuando los caminos divergen.
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