La familia de Valentina Gilabert atraviesa momentos de angustia mientras la joven sigue hospitalizada en estado grave debido a un brutal ataque con un arma blanca ocurrido el 5 de febrero en la Ciudad de México. La víctima, apuñalada al menos 14 veces, se encuentra en una situación crítica. El 11 de febrero, las autoridades decidieron vincular a proceso a Marianne “N”, la presunta agresora y conocida influencer, por su presunta responsabilidad en el ataque.
Ataque motivado por celos: Marianne “N” habría actuado con brutalidad
Según las investigaciones, el ataque a Valentina Gilabert fue presuntamente provocado por celos, debido a la relación que la joven mantenía con el padre de la hija de Marianne “N”. Se ha señalado que la agresión fue llevada a cabo con extrema violencia, resultando en heridas de gravedad que pusieron en riesgo la vida de Valentina.
El caso ha captado la atención pública debido a la brutalidad del acto y la notoriedad de la presunta agresora. Mientras tanto, las autoridades continúan con la recolección de pruebas para esclarecer los detalles del crimen.
Heridas que comprometieron la vida de Valentina Gilabert
En una conferencia de prensa, la madre de Valentina brindó detalles sobre las lesiones sufridas por su hija. Según la madre, las heridas más graves fueron las que afectaron los pulmones de Valentina, ya que las cuchilladas fueron muy cerca del corazón.
“Tiene drenajes en los dos pulmones, una herida en el pecho, dos muy cerca del corazón. Su vida está con alto riesgo, esas heridas están sanando, pero su situación sigue siendo crítica”, relató la madre de Valentina, visiblemente afectada.
Además de las heridas en los pulmones, Valentina también sufrió graves lesiones en una de sus manos, lo que requirió una cirugía de reconstrucción. La familia se mantiene esperanzada en su recuperación, aunque el pronóstico sigue siendo incierto debido a la gravedad de las heridas.
Posible condena para Marianne “N” si es culpable
En cuanto a la posible condena para Marianne “N”, la ley mexicana establece que los adolescentes de entre 14 y 18 años pueden ser privados de su libertad si cometen delitos graves. Dependiendo de la gravedad de la agresión, como lesiones graves o intento de homicidio, podría enfrentarse a una pena máxima de hasta 5 años de reclusión.
Es importante señalar que el sistema de justicia penal juvenil en México tiene como objetivo la reintegración social de los menores, priorizando su rehabilitación y el interés superior del menor. Sin embargo, en casos de alta gravedad, como este, la pena puede ser severa y se tomarán en cuenta las circunstancias del delito para determinar la sanción.
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