En el panorama político y social mexicano, las figuras públicas no suelen evitar los conflictos mediáticos y legales, y el caso entre el político de Morena, Sergio Mayer, la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández, y la polémica Maryfer Centeno es un ejemplo de cómo los temas de justicia, política y feminismo se entrelazan en un escenario lleno de acusaciones y respuestas contundentes.
El inicio de la controversia: la publicación de Octavio Arroyo sobre Maryfer Centeno
El conflicto comenzó cuando Octavio Arroyo, conocido en redes sociales como Mr. Doctor, compartió una publicación sobre un intento de agresión en una cafetería de la Condesa, en la Ciudad de México. Este incidente ocurrió en una zona cercana al local de Maryfer Centeno, una grafóloga conocida por su trabajo controversial, especialmente en el ámbito de la justicia. Mr Doctor, quien ha mantenido un pleito legal y mediático con Centeno, hizo un comentario irónico sobre el suceso, especulando sobre su posible conexión con la cafetería de la grafóloga.
La Secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández, reaccionó rápidamente a la publicación de Arroyo, señalando la importancia de evitar expresiones misóginas y de incitación al odio. En su comentario, Hernández advirtió sobre las consecuencias de utilizar un lenguaje que fomente el odio, más allá de las diferencias entre particulares. Sin embargo, su respuesta no pasó desapercibida y fue recibida con una contundente reacción de Sergio Mayer, diputado morenista y ex actor, quien se involucró en el asunto con su propia visión sobre el tema.
La respuesta de Sergio Mayer: acusaciones contra Maryfer Centeno
Sergio Mayer no tardó en intervenir en la polémica, utilizando sus redes sociales para expresar su opinión sobre la situación. En su respuesta, Mayer abordó el tema de la violencia hacia las mujeres desde una perspectiva diferente, señalando que esta no siempre proviene de un hombre, como lo mencionó Hernández. Para el político, la violencia y revictimización también pueden provenir de instituciones o figuras públicas, como es el caso de Maryfer Centeno, a quien acusó de utilizar sus análisis grafológicos para exponer y revictimizar a mujeres que ya habían sido víctimas de violencia.
Según Mayer, Centeno no solo estaba usando la grafología como una herramienta no científica para prejuzgar casos de violencia, sino que además lo hacía con fines lucrativos, explotando el dolor de las víctimas y las madres que ya enfrentaban situaciones de sufrimiento. Además, el diputado denunció la corrupción y tráfico de influencias dentro de la Fiscalía de la Ciudad de México, a la que Centeno tendría acceso debido a su relación con su abogado, Beceiro Alonso, y el comunicador Gustavo Adolfo Infante. En sus publicaciones, Mayer manifestó su intención de reunirse con la nueva fiscal de la Ciudad de México, Bertha Alcalde, para que se investigara a fondo esta red de corrupción.
La controversia sobre el uso de la grafología en casos legales
En el centro de la disputa se encuentra el uso de la grafología como prueba en casos legales, en particular en temas tan sensibles como la violencia de género, el abuso sexual y la custodia de menores. Aunque la grafología ha sido reconocida como una disciplina dentro de algunos sistemas judiciales, su validez y aplicación en casos de alta relevancia han sido duramente cuestionadas.
Maryfer Centeno, una figura destacada en el ámbito de la grafología, ha defendido su trabajo, asegurando que la grafología ha demostrado ser útil en la búsqueda de justicia. Sin embargo, muchos activistas y profesionales del derecho la acusan de revictimizar a mujeres al usar la grafología como herramienta de diagnóstico en situaciones donde no tiene base científica. Diana Luz Vázquez, activista y escritora, ha sido una de las voces más fuertes en este debate, pidiendo que la grafología sea excluida de los casos judiciales, especialmente aquellos relacionados con violencia de género.
Para Vázquez, el uso de la grafología en estos casos es irresponsable y un despropósito, afirmando que se está jugando con el sufrimiento de las víctimas de violencia, que ya enfrentan suficiente trauma sin tener que someterse a evaluaciones no científicas. Su crítica se extiende al uso de la grafología en los medios de comunicación, especialmente en programas televisivos donde la figura de Centeno ha sido promovida como una experta.
La implicación de la madre de Maryfer Centeno en la Fiscalía de la CDMX
Una de las revelaciones más impactantes que surgió durante esta controversia fue la filtración de documentos que mostraron que María del Carmen Muñoz Barroso, madre de Maryfer Centeno, figura en la lista de proveedores de servicios de la Fiscalía de la Ciudad de México. Esta información alimentó las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias dentro del sistema judicial, sugiriendo que la relación entre la grafóloga y la Fiscalía podría estar motivada por intereses personales y económicos.
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