El 19 de mayo de 1977, Colleen Stan tenía 20 años y un plan sencillo: viajar de Eugene, Oregon, a Red Bluff, California, para asistir al cumpleaños de una amiga. Sin automóvil propio, recurrió a una práctica común en Estados Unidos durante esa época, hacer dedo. Nunca imaginó que ese trayecto se convertiría en uno de los secuestros más largos y perturbadores del país.
Colleen Stan aceptó subir al auto de un matrimonio que viajaba con su hija pequeña. La aparente normalidad del viaje terminó cuando el vehículo se desvió hacia un camino rural. Ahí, Cameron y Janice Hooker la amenazaron con un cuchillo y la obligaron a entrar en una caja de madera. Ese fue el inicio de siete años de cautiverio.
El secuestro de Colleen Stan
De acuerdo con investigaciones difundidas por Crime Investigation, Colleen Stan fue sometida a abusos físicos, sexuales y psicológicos de manera sistemática. Pasó la mayor parte del tiempo encerrada en una caja bajo la cama matrimonial de los Hooker, donde apenas podía moverse y permanecía durante horas, incluso días.
En 1978, sus captores la obligaron a firmar un supuesto contrato de esclavitud. Para reforzar su control, inventaron la existencia de “The Company”, una organización clandestina que, según ellos, castigaba con torturas extremas a quienes intentaran escapar o desobedecer.
La amenaza no solo recaía sobre ella. Cameron Hooker convenció a Colleen Stan de que su familia también estaría en peligro si rompía las reglas. El miedo se volvió una herramienta más poderosa que cualquier cadena.
Colleen Stan logró sobrevivir
Entre 1977 y 1984, Colleen vivió prácticamente aislada del mundo exterior. No podía usar su nombre real y debía responder únicamente al apodo de “K”. Solo salía de su encierro para realizar tareas domésticas, cuidar a los hijos del matrimonio o cumplir trabajos menores, siempre bajo vigilancia.
Aunque tuvo contacto ocasional con vecinos y otras personas, nunca pidió ayuda. La manipulación psicológica y el temor constante a “The Company” la mantenían paralizada.
En 1981, los Hooker incluso le permitieron visitar a su familia en Oregon. A pesar de estar lejos de sus captores, Colleen regresó voluntariamente a California. Sus familiares notaron que algo no estaba bien, pero atribuyeron su comportamiento a problemas personales y evitaron presionarla.
El quiebre que permitió la huida
La situación cambió en 1984, cuando Cameron Hooker expresó su intención de convertir a Colleen en su segunda esposa. Este anuncio marcó un punto de quiebre para Janice Hooker.
Según los registros judiciales, Janice confesó a la víctima que “The Company” no existía y que todo había sido una estrategia de control. Poco después, ayudó a Colleen a escapar. En agosto de ese año, tras siete años de cautiverio, la joven logró llegar a una estación de autobuses y regresar con su familia.
¿Qué fue de Colleen Stan?
Tras la fuga, Janice Hooker denunció a su esposo y aportó información clave sobre otro caso sin resolver: la desaparición de Marie Elizabeth Spannhake en 1976. Durante el juicio, tanto Colleen como Janice testificaron contra Cameron Hooker.
La defensa intentó presentar la relación como consensuada, pero la evidencia y los testimonios desmintieron esa versión. Cameron Hooker fue condenado a 104 años de prisión.
Después del juicio, Colleen Stan inició un proceso de reconstrucción personal. Estudió contabilidad, formó una familia y decidió compartir su historia para concientizar sobre los riesgos de la manipulación, el abuso psicológico y las relaciones de poder extremas.
Su caso trascendió no solo por la crueldad del cautiverio, sino por la capacidad de supervivencia de una joven que, incluso en condiciones inhumanas, logró recuperar su libertad.
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