La cuarta temporada de The Witcher llegó a Netflix el 30 de octubre de 2025 con un ambiente de expectativa, polémica y desconfianza. Desde el anuncio del reemplazo de Henry Cavill por Liam Hemsworth como Geralt de Rivia, una parte del fandom comenzó a anticipar un declive en la recepción de la serie. Ahora, las cifras iniciales confirman esas dudas: el estreno registró el debut más bajo desde el inicio de la franquicia en 2019.
El peor estreno de la serie en la plataforma
De acuerdo con datos oficiales compartidos por Tudum, la cuarta temporada acumuló 7.4 millones de vistas durante su primera semana, alcanzando el segundo lugar en el ranking global de Netflix. Sin embargo, esa posición no refleja fortaleza, sino una caída significativa si se compara con temporadas anteriores.
La temporada 3 logró 15.2 millones de vistas en su semana de estreno en 2023, más del doble que la nueva entrega. Aún más marcada es la comparación con la temporada 2, que no se medía por vistas sino por tiempo reproducido, y que alcanzó 142.3 millones de horas vistas al debutar en 2021.
En términos de métricas de audiencia, el descenso es claro: The Witcher ya no es el gigante que era dentro del catálogo de Netflix, y la caída coincide directamente con el cambio de protagonista.
La ausencia de Henry Cavill y el reto de Liam Hemsworth
El reemplazo de Henry Cavill por Liam Hemsworth fue una de las decisiones más polémicas de Netflix en los últimos años. Cavill, además de ser fan declarado de la saga literaria y de los videojuegos, era considerado por muchos el casting perfecto para Geralt. Su salida fue interpretada como una pérdida creativa, emocional y comercial.
Aunque Hemsworth asumió el papel con compromiso físico y vocal, la respuesta del público ha sido dividida. En Rotten Tomatoes, la temporada 4 mantiene un 75% de aprobación por parte de la crítica, pero solo un 46% entre los espectadores, reflejando una brecha evidente entre valoración profesional y recepción del fandom.
Para algunos, el nuevo Geralt aporta una versión más joven y menos rígida del personaje; para otros, se trata de un cambio brusco que rompe la continuidad emocional de una serie ya afectada por decisiones narrativas discutidas desde la temporada 2.
¿Se debilitó la historia o fue solo el cambio de actor?
Aunque la discusión se ha centrado casi por completo en el reemplazo del protagonista, el desempeño de la serie también está relacionado con factores narrativos. La temporada 4 retoma la historia después de la guerra en expansión y la separación del trío central: Geralt, Yennefer y Ciri.
El planteamiento buscó regresar al tono íntimo, oscuro y emocional de la primera temporada, incorporando nuevos personajes y ampliando el conflicto político del Continente. Sin embargo, la reacción del público sugiere que el desgaste no solo proviene del cambio de actor, sino también de la acumulación de decisiones creativas que han distanciado al relato de los libros de Andrzej Sapkowski y del tono del material original.
Muchos fans consideran que la serie perdió identidad al priorizar giros dramáticos y construcción de universo sobre el desarrollo interno de los personajes. El sentimiento generalizado en redes puede resumirse así: “The Witcher ya no se siente como The Witcher”.
Netflix confirma el final de la serie
A pesar del rendimiento más bajo, Netflix ya había confirmado meses atrás que The Witcher tendrá una quinta y última temporada. Las grabaciones concluyeron en octubre de 2025, por lo que la serie ya está oficialmente cerrada y en proceso de postproducción.
Esto significa que, más allá de la reacción a la temporada 4, no habrá marcha atrás ni ajustes para continuar más allá de la quinta entrega. La decisión de terminar la serie parece alinearse con una estrategia frecuente de Netflix: concluir producciones antes de que sus costos superen su rentabilidad.
Aunque la plataforma no ha revelado la fecha de estreno, se espera que la temporada final llegue en 2026, cerrando así seis años de historia desde su debut.
¿Qué queda para el futuro de la franquicia?
Aunque la serie principal llegará a su fin, Netflix mantiene activo el universo The Witcher como propiedad intelectual. Aún existen proyectos animados, posibles spin-offs y nuevas adaptaciones en evaluación, aunque después del fracaso crítico de Blood Origin, la compañía ha sido más cautelosa.
Lo cierto es que, con la salida de Cavill y la caída de audiencia, el reto será recuperar el interés del público antes de que la marca pierda relevancia definitiva.
Una temporada marcada por la transición
La cuarta temporada de The Witcher no es un desastre, pero sí una señal clara de desgaste. Con una crítica dividida, una base de fans en conflicto y un descenso drástico en vistas, la serie entra en su recta final buscando recuperar lo que la hizo un fenómeno global: personajes sólidos, tono maduro y un Geralt convincente.
La pregunta ahora no es si sobrevivirá, sino si podrá cerrar con dignidad.


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