José Ángel del Villar, reconocido productor musical y exmánager del cantante Gerardo Ortiz, pasó de dirigir una de las disqueras más influyentes del regional mexicano a ser sentenciado en Estados Unidos a cuatro años de prisión y una multa de 2 millones de dólares.
El Departamento de Justicia estadounidense lo acusó de violar la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, al haber realizado negocios con el promotor Jesús Pérez Alvear, alias “Chuco”, señalado por facilitar operaciones financieras al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su brazo financiero, Los Cuinis.
La conexión con el CJNG
La historia comenzó en abril de 2018, cuando Del Villar negoció con Pérez Alvear para organizar conciertos en México a través de su empresa Del Entertainment. Unos días después, el Departamento del Tesoro sancionó al promotor y su compañía, prohibiendo que ciudadanos estadounidenses hicieran negocios con él.
A pesar de ello, Del Villar continuó trabajando con Pérez, incluso para financiar presentaciones de Gerardo Ortiz, quien llegó a declarar que fue engañado por su exmánager. El FBI había advertido directamente al cantante sobre las sanciones, pero poco después se presentó en un concierto en Aguascalientes, donde la tarjeta de crédito del propio Pérez pagó un jet privado.
La traición y el juicio
Durante el juicio, que concluyó en marzo pasado, Gerardo Ortiz testificó en contra de Del Villar, asegurando que fue manipulado para trabajar con personas vinculadas al narcotráfico. Tras declararse culpable, el intérprete de “¿Quién se anima?” pagó una fianza y actualmente colabora con el FBI en las investigaciones.
La disquera Del Entertainment también fue sancionada con una multa de 1.8 millones de dólares por haber sido utilizada en los negocios ilegales.
El destino de los implicados
El promotor Jesús Pérez Alvear fue asesinado en diciembre de 2024 dentro de un restaurante en Plaza Miyana, en la exclusiva zona de Polanco, Ciudad de México.
Por su parte, Del Villar, una figura clave en la proyección de la música regional mexicana en Estados Unidos, enfrentará su condena tras pasar de ser un empresario exitoso a un protagonista de uno de los casos más sonados sobre los nexos del espectáculo con el narcotráfico.
El caso de Ángel del Villar no solo expone cómo los tentáculos financieros del narcotráfico alcanzan la industria del entretenimiento, sino que también abre un nuevo capítulo en la relación entre el regional mexicano y los procesos judiciales en Estados Unidos.


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