Pokémon es, sin duda, una de las franquicias más queridas en México. Desde finales de los noventa, cuando el anime se transmitía en televisión abierta y los primeros videojuegos llegaron a las consolas, los mexicanos abrazaron este universo como propio.
La llegada de cartas coleccionables, juguetes y eventos especiales cimentó una comunidad que, incluso hoy, sigue activa. En cada lanzamiento de videojuego o película, miles de fans lo viven como un reencuentro con viejos amigos.
Sin embargo, un dato sorprende: Pikachu, el ratón eléctrico que se convirtió en la cara global de la saga, no es el Pokémon más popular en México.
Squirtle: el Pokémon más buscado en Google México
Durante la exposición Japón: del mito al manga en el Museo Franz Mayer, un mapa global reveló los Pokémon más buscados en Google por país. Mientras en gran parte del mundo predominaban Pikachu y Eevee, en México el trono pertenece a Squirtle.
Este pequeño Pokémon acuático, uno de los tres iniciales de la primera generación, conquistó a los mexicanos con un equilibrio perfecto entre ternura y rebeldía.
El poder de la nostalgia y el humor mexicano
¿Por qué Squirtle y no Pikachu? La respuesta está en la forma en que México reinterpretó la franquicia.
Quienes iniciaron su aventura en Pokémon Red o Blue en los noventa lo recuerdan como una de sus primeras elecciones junto a Charmander y Bulbasaur. Pero más allá de la nostalgia, Squirtle se convirtió en fenómeno cultural gracias al meme “vamo a calmarnos”, que lo transformó en ícono del humor digital en nuestro país.
Pikachu es universal, pero Squirtle representa algo más íntimo: un símbolo de cercanía y complicidad con la identidad mexicana.
Pokémon y el corazón de los fans mexicanos
La preferencia por Squirtle muestra que los mexicanos no siempre eligen al personaje más comercial, sino al que conecta emocionalmente con su estilo de vida y sentido del humor.
En este caso, Squirtle se convirtió en el reflejo de una comunidad que, tres décadas después, sigue reinventando a Pokémon a su manera. Un recordatorio de que, más allá de la mercadotecnia, la verdadera fuerza de la franquicia está en la forma en que los fans la hacen suya.
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