La vida sentimental de Taylor Swift ha sido parte esencial de su carrera artística. Desde sus inicios, la cantante convirtió sus experiencias amorosas en letras que millones de fans corean en cada concierto. Críticas y halagos han acompañado esa faceta, ya que sus relaciones no solo fueron tema de portadas, también dieron forma a algunos de sus mayores éxitos.
Entre sus primeras historias destacan Joe Jonas, quien terminó con ella en una llamada de segundos, y Taylor Lautner, romance que terminó con la canción Back to December. Más tarde llegó John Mayer, quien inspiró Dear John tras un intenso noviazgo.
En 2010, Jake Gyllenhaal se convirtió en el protagonista de una de las etapas más comentadas de Swift. Aunque el romance duró apenas tres meses, dejó huella en All Too Well, considerada una de sus obras maestras. También hubo un fugaz verano junto a Conor Kennedy en 2012, una relación tan intensa que incluso la llevó a mudarse cerca de él.
Ese mismo año, Harry Styles fue su pareja en una historia mediática que inspiró Style. Posteriormente, entre 2015 y 2016, Calvin Harris compartió con ella una de sus relaciones más largas, marcada por la polémica alrededor de la canción This is What You Came For. Poco después, Tom Hiddleston apareció en su vida, aunque el romance se esfumó rápidamente.
La etapa más estable y su paso a Travis Kelce
La relación más duradera y privada de Taylor fue con Joe Alwyn, con quien compartió casi siete años de vida y hasta un Grammy en 2021. Sin embargo, en 2023 anunciaron su ruptura, lo que abrió un nuevo capítulo para la cantante.
Ese mismo año, la intérprete fue vinculada brevemente con Matty Healy, aunque el noviazgo apenas duró unas semanas. Fue entonces cuando apareció Travis Kelce, estrella de la NFL, quien conquistó a Swift en un momento clave de su vida. Su compromiso marcó el inicio de una nueva etapa que, al igual que las anteriores, seguramente quedará plasmada en su música.
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