La lluvia amenazaba con caer, pero el cielo se despejó justo a tiempo. En el Estadio GNP Seguros, miles de fans hicieron la ola, esperando con ansias a Imagine Dragons, la banda que desde 2010 ha conquistado al mundo con himnos como Radioactive y Believer.
Cuando los primeros acordes de Fire in These Hills llenaron el aire, los 65 mil asistentes entendieron que estaban por vivir una noche irrepetible. El rugido colectivo se intensificó con Thunder y Bones, que convirtieron el recinto en un auténtico frenesí musical.
“Yo soy Danielito”: la conexión con México
Entre luces y gritos, Dan Reynolds, vocalista de la banda, tomó el micrófono y en español se presentó con un simpático: “Yo soy Danielito”. Ese gesto rompió cualquier barrera y desató una ovación que unió aún más a la agrupación con el público mexicano.
Canciones como Take Me to the Beach y Shots mantuvieron la fiesta en alto, mientras pelotas gigantes navegaban sobre la multitud.
El rock más puro y un público entregado
El ambiente alcanzó otro nivel con I’m So Sorry, donde Wayne Sermon arrancó un poderoso solo de guitarra que demostró la faceta más rockera de la banda. El estadio vibró con la fuerza de Whatever It Takes, coreada de inicio a fin por miles de voces.
En contraste, el momento íntimo llegó con versiones acústicas de Next to Me y I Bet My Life, acompañadas por miles de luces de celulares que iluminaron la noche.
Una celebración a la vida y la música
Dan Reynolds agradeció al público mexicano con un mensaje conmovedor:
“Hoy estamos aquí, pero mañana quizás no. Hagamos de esta noche una celebración de la vida”.
La emotividad se transformó en energía imparable con Bad Liar, Nice To Meet You, Wake Up y el clásico Radioactive, donde la multitud cantó más fuerte que el propio vocalista.
Fuegos, tiburones y catarsis final
El cierre fue un estallido de emociones: Demons al piano, Natural con coros ensordecedores, Walking the Wire con pirotecnia y Sharks con una botarga de tiburón que hizo reír y bailar al público.
La recta final incluyó Enemy, Birds y culminó con Believer, himno que convirtió al Estadio GNP en un coro unísono de percusiones y voces. El público, exhausto pero feliz, ovacionó de pie a la banda que demostró por qué llena estadios alrededor del mundo.
Imagine Dragons y México: una relación que no termina
La presentación en la Ciudad de México, parte de su Loom World Tour 2024, no solo confirmó la fuerza internacional de Imagine Dragons, sino también el lazo especial que tienen con sus fans mexicanos, quienes respondieron con una pasión desbordante.
Un recuerdo que quedará grabado
Imagine Dragons no solo dio un concierto, sino que regaló una experiencia colectiva marcada por la energía, la emotividad y el poder de la música en vivo. Una noche que quedará en la memoria de México como uno de los shows más vibrantes del año.


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