El juego ha terminado, pero la pesadilla es global. La temporada final de ‘El Juego del Calamar’ cierra con un sacrificio, un giro inesperado para el Líder y una escena final en Los Ángeles que redefine todo lo que creíamos saber sobre la sádica organización.
- Alerta de Spoilers: Este artículo contiene detalles cruciales sobre el final de la tercera y última temporada de «El Juego del Calamar».
Tras una espera cargada de teorías y expectativas, la tercera temporada de «El Juego del Calamar» llegó a Netflix el 27 de junio de 2025, entregando un cierre que ha sido calificado por la crítica como «brutal», «desgarrador» y una mejora significativa respecto a su segunda entrega. La conclusión de la saga de Seong Gi-hun (Lee Jung-jae) no solo resuelve los conflictos centrales, sino que expande el universo de una forma escalofriante, culminando en una escena final que ya está generando un intenso debate.
La crítica ha respondido favorablemente, otorgándole a la temporada final un 90% en Rotten Tomatoes, superando a las temporadas anteriores y consolidando el legado de la serie. Pero, ¿qué sucedió exactamente y qué significa todo?
El ganador que no ganó: El sacrificio de Gi-hun
La temporada final se reduce a un dilema moral devastador para Gi-hun. En el último juego, «Sky Squid Game», se encuentra en una plataforma final con el jugador 333, Lee Myung-gi (Im Si-wan), y la bebé recién nacida de la jugadora 222, que se ha convertido en una participante por el sádico capricho de un VIP.
Tras vencer a Myung-gi, Gi-hun se enfrenta a una elección: eliminar a la bebé para ganar los ₩45.6 mil millones o sacrificarse. En un acto final de redención y humanidad, Gi-hun elige sacrificarse para asegurar la victoria y la supervivencia de la bebé, rompiendo el ciclo de egoísmo que el juego promueve. Su muerte, sin embargo, no es en vano. Su acto inspira un cambio inesperado en el personaje más implacable de todos.
El giro del Líder y el destino de los sobrevivientes
Justo cuando la bebé está a punto de ser declarada ganadora y, presumiblemente, eliminada, el Líder, Hwang In-ho (Lee Byung-hun), interviene. En un sorprendente giro, el Líder desactiva el juego, salva a la bebé y escapa de la isla antes de que su hermano, el detective Hwang Jun-ho (Wi Ha-joon), finalmente llegue con las autoridades.
El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, explicó que se inspiró en «Children of Men» de Alfonso Cuarón, donde un niño simboliza la esperanza para el futuro. El sacrificio de Gi-hun y la posterior acción del Líder representan esa última chispa de humanidad.
El destino de otros personajes clave también se resuelve:
- * Hwang Jun-ho: Encuentra la isla, pero demasiado tarde. El Líder le deja a la bebé a su cuidado, junto con el dinero del premio, planteando un nuevo dilema para el detective.
- * El hermano de Sae-byeok: Finalmente se reúne con su madre, cumpliendo el último deseo de la jugadora de la primera temporada.
- * El jugador 246 (Gyeong-seok): Logra escapar de la isla y se reúne con su hija enferma.
«Recuerden lo aplastante que fue el juego de las canicas en la temporada 1. Un episodio temprano de la temporada 3 logra superar eso, con un efecto absolutamente desgarrador», señaló William Goodman de TheWrap, destacando la intensidad emocional de esta entrega final.
La escena final: El juego es global
El verdadero golpe de efecto llega en los momentos finales. Vemos al Líder conduciendo por Los Ángeles, Estados Unidos. Se detiene al escuchar el sonido familiar del ddakji. En una plaza, observa a una mujer elegante y de aspecto occidental (un cameo no acreditado pero inconfundible de Cate Blanchett) jugando con un hombre desesperado.
El Líder y la mujer intercambian una mirada de complicidad silenciosa. El mensaje es claro y aterrador: El Juego del Calamar no es una operación exclusiva de Corea. Es una franquicia global.
Esta revelación final sirve para varios propósitos:
- * Explicación temática: Refuerza la idea de que la desesperación económica y la deshumanización capitalista que alimentan el juego son fenómenos mundiales, no locales.
- * Un final agridulce: A pesar de que Gi-hun logró detener los juegos en Corea con su sacrificio, el sistema sigue funcionando en otros lugares. «A pesar de todos los esfuerzos nobles de tanta gente, el mundo sigue como antes», comentó el actor Lee Byung-hun sobre el final.
- * Puerta abierta a spin-offs: La escena es una clara preparación para futuras expansiones del universo «Squid Game», incluyendo la ya rumoreada adaptación estadounidense.
El final de «El Juego del Calamar» es, por tanto, una conclusión para sus personajes principales pero una apertura para su universo. Gi-hun murió manteniendo su humanidad, pero el juego, como una hidra capitalista, simplemente ha mostrado otra de sus cabezas en un nuevo continente, demostrando que la verdadera partida apenas comienza.
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