La música puede haber unido a Daddy Yankee y Mireddys González durante casi tres décadas, pero parece que el dinero y el control corporativo los están destrozando en uno de los divorcios más explosivos y financieramente complejos del mundo del espectáculo. Lo que comenzó como la disolución de un matrimonio en febrero de 2025 se ha transformado en una guerra sin cuartel por un imperio multimillonario.
El divorcio: De «Amor Eterno» a tribunales hostiles
Tras 29 años juntos, Ramón L. Ayala Rodríguez (Daddy Yankee) y Mireddys González pusieron fin a su relación. Inicialmente, la atención se centró en la división de una «sociedad de bienes gananciales» que se anticipaba millonaria, con un fuerte componente de derecho corporativo debido a la intrincada red de negocios del reguetonero. Pero nadie anticipó la magnitud del conflicto que se avecinaba.
La demanda de $250 Millones: Acusaciones de saqueo y mala gestión
El «Big Boss» no tardó en lanzar una ofensiva legal, demandando a González y a su hermana, Ayeicha González Castellanos, por la friolera de $250 millones. Las acusaciones son gravísimas: incumplimiento de deberes fiduciarios, incumplimiento de contrato y daños significativos a sus empresas, Los Cangris Inc. y El Cartel Records.
El núcleo de la demanda alega que las hermanas González sustrajeron $100 millones de las cuentas bancarias corporativas, en lo que Yankee describe como un intento de liquidar activos antes de que una orden judicial pudiera impedirlo.
Además, se las acusa de una letanía de pecados corporativos: ocultar información crucial, destruir correos electrónicos importantes en diciembre de 2024, tomar decisiones negligentes y egoístas en detrimento de las empresas y del propio Yankee, y llevar una gestión contable desastrosa.
Como si fuera poco, se alega que Mireddys otorgó un poder no autorizado al productor Raphy Pina (actualmente encarcelado) para supervisar la venta del valiosísimo catálogo musical de Yankee y para que Pina y su compañía, Mr. Soldout, se embolsaran $27 millones por la gira «La Última Vuelta», con Pina llevándose un corte del 30%.
La defensa de Mireddys: Contraataque y «Tensión financiera innecesaria»
Mireddys González no se ha quedado de brazos cruzados. A través de sus abogados, ha calificado las acusaciones de «insultos y falsedades», contraatacando con la afirmación de que existe una acción concertada de Yankee y Raphy Pina en su contra.
La defensa de González también acusa a Yankee de no presentar los informes financieros mensuales de sus empresas, tal como se habría acordado judicialmente, y de prolongar artificialmente el litigio con el fin de generar una «tensión financiera innecesaria». La demanda de $250 millones fue descrita por su equipo legal como «alarmante».
Esta batalla legal va mucho más allá de un simple divorcio contencioso. Expone la delgada y a menudo inexistente línea entre los asuntos personales y las estructuras corporativas en los imperios construidos por celebridades. La confianza depositada en la familia para la gestión de negocios multimillonarios puede convertirse, como parece ser este caso, en la mayor vulnerabilidad financiera.
El hecho de que el «derecho corporativo» sea central demuestra que las empresas mismas son el campo de batalla. Curiosamente, el retiro de Daddy Yankee en 2023, anunciado para «dedicarse a su fe cristiana», adquiere una nueva perspectiva.
¿Fue solo una transformación espiritual o también un movimiento estratégico para reorganizar o proteger un imperio financiero que ya mostraba fisuras internas? La búsqueda de «paz espiritual» parece complicarse cuando hay cientos de millones de dólares y acusaciones de traición familiar en juego.


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