La bomba explotó en el mundo del reguetón y amenaza con una onda expansiva de consecuencias incalculables
Las acusaciones son demoledoras: Yankee alega que González y la hermana de esta, Ayeicha González Castellanos, incurrieron en incumplimiento de deberes fiduciarios y de contrato, además de causar daños y perjuicios millonarios.
El epicentro del conflicto radica en las empresas que construyeron juntos, Los Cangris Inc. y El Cartel Records. Según la demanda, las hermanas González habrían extraído la friolera de $100 millones de las cuentas bancarias corporativas, en lo que se percibe como un intento desesperado por liquidar activos antes de que una orden judicial las obligara a entregarlos.
¡Un golpe maestro, o una jugada muy sucia!
Pero hay más. Se alega que ambas ocultaron información crucial y destruyeron correos electrónicos vitales relacionados con las actividades comerciales de las compañías en diciembre, justo antes de ser apartadas de sus cargos.
El equipo legal de Yankee afirma que Mireddys y Ayeicha «se concentraron en sí mismas un poder mayor al autorizado y, juntas, tomaron decisiones negligentes y egoístas que fueron perjudiciales tanto para las empresas como para [Yankee] en su capacidad personal y como artista».
Decisiones financieras irresponsables, gestión contable negligente y una presunta alienación de Yankee de la toma de decisiones son solo algunas de las perlas que adornan esta demanda.
Un punto especialmente doloroso para el «Big Boss» es la supuesta concesión no autorizada de un poder notarial al productor musical Rafael «Raphy» Pina para supervisar la venta del catálogo musical de Yankee.
Lo que hay detrás
¡Imaginen la escena! Mientras Pina cumplía condena, las hermanas González, según la demanda, le otorgaron a él y a su compañía, Mr. Soldout, la autoridad para pagarse a sí mismos $27 millones por los costos de la gira de conciertos «La Última Vuelta» de Yankee, con Pina recibiendo un recorte del 30% de los ingresos. Una «falta de diligencia e imprudencia administrativa» que, según los documentos judiciales, le costó a Yankee millones de dólares.
Este contraataque legal de Daddy Yankee surge después de que él retomara la presidencia de estas empresas. Su abogado, Carlos Díaz Olivo, declaró que «ahora él entra en control porque él antes no se ocupaba directamente de esos asuntos».
Esta afirmación es clave: sugiere que Yankee, quizás enfocado en su retiro y su fe cristiana, delegó la confianza y el manejo de su imperio, solo para encontrarse, según su versión, con un panorama desolador de «irregularidades administrativas y fiscales», incluyendo cheques de regalías sin cobrar que habían expirado.
La demanda no es solo una reclamación monetaria; es el grito de un hombre que se siente traicionado en el núcleo de su legado profesional y personal, un intento por recuperar el control de lo que considera suyo.
Asegura que faltan pruebas
Por su parte, Mireddys González no se ha quedado de brazos cruzados. A través de sus abogados, ha exigido que se desestime la demanda por «falta de pruebas». Su equipo legal sostiene que no existe evidencia de la supuesta mala gestión financiera de las empresas por parte de Mireddys y su hermana.
Este rotundo desmentido y la solicitud de desestimación auguran una batalla legal encarnizada, donde podrían salir a la luz más detalles íntimos de la separación y los negocios de una de las parejas más emblemáticas del entretenimiento latino.
El equipo legal de Yankee tiene 20 días para responder a esta exigencia. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿quién dice la verdad en esta guerra de millones y corazones rotos?
TE PODRÍA INTERESAR