Brad Pitt lleva a Angelina Jolie de nuevo a los tribunales
La guerra legal entre Brad Pitt y Angelina Jolie parece no tener fin. Esta vez, el protagonista de Once Upon a Time in Hollywood presentó una nueva demanda contra su exesposa por 35 millones de dólares en concepto de daños, en el marco de la batalla por el Château Miraval, la lujosa propiedad y viñedo que compartieron en la Provenza francesa.
Según documentos judiciales revelados por la revista People, la denuncia de Pitt se centra en los supuestos perjuicios causados por la venta que Jolie realizó en 2021 de su participación en la propiedad al grupo Tenute del Mondo, sin el consentimiento de su entonces expareja.
El actor, de 61 años, asegura que ambos habían pactado no vender su parte del castillo sin la aprobación del otro, un acuerdo que, según su versión, Jolie ignoró deliberadamente.
La venta del Château Miraval, el centro del conflicto
El Château Miraval no es solo un símbolo del amor pasado de la pareja, sino también un lucrativo negocio vitivinícola. En 2008, Pitt y Jolie adquirieron el castillo por unos 25 millones de dólares, convirtiéndolo en su residencia principal y en el lugar donde, años después, sellarían su matrimonio en 2014.
Sin embargo, tras su separación y posterior divorcio, la disputa por la administración del viñedo se tornó una guerra personal. En 2021, Angelina Jolie vendió su participación al conglomerado Tenute del Mondo, parte del grupo Stoli, lo que Pitt consideró una traición y una violación directa de su pacto.
Los documentos revelados indican que, en 2023, los abogados de Jolie reconocieron la existencia de la demanda por 35 millones, y señalaron que Pitt debía ser quien asumiera los costos de demostrar los daños alegados.
Angelina Jolie responde con fuerza y acusa “venganza”
Angelina Jolie, por su parte, negó rotundamente la existencia de cualquier acuerdo previo que le impidiera vender su parte de Miraval. En su contrademanda, acusó a Pitt de iniciar una “guerra vengativa” contra ella, utilizando los tribunales como herramienta de castigo emocional y económico.
La actriz ha argumentado que la batalla legal ha afectado no solo su vida personal, sino también la estabilidad emocional de sus hijos, quienes continúan bajo custodia compartida. Para Jolie, el conflicto simboliza un intento de Pitt por mantener control sobre aspectos de su vida aún después de su separación.
Una historia de amor convertida en guerra mediática
Brad Pitt y Angelina Jolie se conocieron durante el rodaje de Mr. & Mrs. Smith en 2004, una película de acción que, irónicamente, mostraba a una pareja casada que vivía una doble vida de secretos y enfrentamientos. Su química en pantalla trascendió al mundo real, marcando el fin del matrimonio de Pitt con Jennifer Aniston y dando inicio a una de las relaciones más comentadas de Hollywood.
El amor entre ambos pareció inquebrantable. Tuvieron seis hijos —tres biológicos y tres adoptados— y durante años fueron considerados el matrimonio perfecto de la industria cinematográfica. Pero la relación se deterioró, y en 2016 Jolie solicitó el divorcio, citando “diferencias irreconciliables”. En 2019, un juez los declaró legalmente solteros, aunque la disolución de bienes y custodia se extendió hasta finales de 2024.
Próxima audiencia y expectativa internacional
La próxima audiencia pública está prevista para el 17 de diciembre, y promete ser otro capítulo mediático en una saga judicial que ya lleva más de tres años. Las revelaciones sobre los mensajes intercambiados por los equipos legales han avivado el interés global, mientras los fanáticos y expertos legales especulan sobre el posible desenlace.
De confirmarse la demanda por daños, el monto de 35 millones podría convertirse en uno de los reclamos más costosos en la historia de un divorcio entre celebridades. El Château Miraval, con sus viñedos, olivares y estudios de grabación, se ha transformado en un símbolo de la batalla entre dos gigantes del cine que alguna vez compartieron un mismo sueño.
El viñedo que se convirtió en campo de batalla
El castillo, ubicado en Correns, Francia, sigue siendo un emblema de elegancia y arte, pero su historia romántica ha sido eclipsada por el conflicto legal. Lo que alguna vez fue el escenario de una boda íntima y familiar, ahora es el epicentro de una disputa que mezcla dinero, orgullo y heridas no cerradas.
Para Brad Pitt, el viñedo representa un proyecto personal en el que ha invertido tiempo y pasión, mientras que para Angelina Jolie es un capítulo que desea cerrar definitivamente. El desenlace legal no solo definirá la propiedad del Château Miraval, sino también el legado público de una de las parejas más icónicas del siglo XXI.


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