El poder de la dieta mediterránea en la salud ósea
La dieta mediterránea, reconocida por su enfoque en alimentos frescos y nutritivos, ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la densidad mineral ósea en mujeres mayores de 55 años. Según un estudio reciente publicado en JAMA Network Open, esta forma de alimentación, combinada con actividad física regular, puede tener un impacto significativo en la prevención de la pérdida ósea asociada con la edad y el síndrome metabólico.
La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universitat Rovira i Virgili y el consorcio PREDIMED-Plus, analizó durante tres años los efectos de un programa de estilo de vida basado en una dieta mediterránea baja en calorías y la promoción del ejercicio en 924 adultos con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico. Los resultados revelaron que las mujeres que siguieron este régimen experimentaron mejoras notables en la densidad ósea de la columna lumbar, en comparación con aquellas que solo mantuvieron una dieta mediterránea sin restricciones calóricas ni actividad física estructurada.
¿Por qué es importante la densidad ósea en mujeres mayores?
La pérdida de densidad ósea es un problema de salud pública creciente, especialmente en mujeres posmenopáusicas, debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona clave en la protección de los huesos. Cuando la densidad mineral ósea (DMO) disminuye, aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis, una condición que debilita los huesos y los hace más propensos a fracturas.
Según los investigadores, «la baja densidad mineral ósea y el contenido mineral óseo total resultan en fracturas osteoporóticas, aumento de la morbilidad, disminución de la calidad de vida y mayores tasas de mortalidad». Dado el envejecimiento progresivo de la población, encontrar estrategias efectivas para prevenir este deterioro se ha convertido en una prioridad en el campo de la salud pública.
Resultados clave del estudio PREDIMED-Plus
El ensayo clínico, realizado en 23 centros de España, dividió a los participantes en dos grupos:
- Grupo de intervención: Siguió una dieta mediterránea con un 30% menos de calorías, aumentó su actividad física y recibió apoyo conductual para mantener estos cambios.
- Grupo de control: Mantuvo una dieta mediterránea sin restricciones calóricas y sin un plan estructurado de ejercicio.
Los hallazgos mostraron que, aunque no hubo diferencias significativas en el contenido mineral óseo total entre ambos grupos, las mujeres del grupo de intervención experimentaron un aumento en la densidad ósea de la columna lumbar de 1,8 g/cm², una mejora clínicamente relevante. Este beneficio fue especialmente notable en aquellas que no tomaban suplementos de calcio o vitamina D, lo que sugiere que la combinación de dieta y ejercicio puede ser suficiente para proteger la salud ósea sin necesidad de suplementación adicional.
¿Cómo beneficia la dieta mediterránea a los huesos?
La dieta mediterránea es rica en nutrientes esenciales para la salud ósea, incluyendo:
- Aceite de oliva virgen extra: Fuente de polifenoles con efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
- Pescados grasos (salmón, sardinas): Aportan vitamina D y ácidos grasos omega-3, cruciales para la absorción de calcio.
- Frutas y verduras: Proporcionan vitamina C, magnesio y potasio, que favorecen la formación de colágeno y la mineralización ósea.
- Frutos secos y semillas: Ricos en calcio, magnesio y fósforo, minerales clave para la resistencia ósea.
Además, al ser una dieta baja en alimentos ultraprocesados y azúcares refinados, reduce la inflamación crónica, un factor que acelera la pérdida de masa ósea.
El papel crucial del ejercicio en la prevención de la osteoporosis
El estudio también destacó que la actividad física fue un componente fundamental en la mejora de la densidad ósea. Los ejercicios de carga y resistencia, como caminar rápido, levantar pesas ligeras o practicar yoga, estimulan la formación de nuevo tejido óseo al generar tensión mecánica en los huesos.
Los investigadores señalaron que «las intervenciones de estilo de vida que combinan dieta y ejercicio son una estrategia viable para preservar la salud ósea en mujeres mayores», especialmente en aquellas con sobrepeso u obesidad, condiciones que aumentan el riesgo de fracturas debido a la mayor presión sobre los huesos.
Un enfoque natural para huesos más fuertes
Este estudio refuerza la idea de que cambios sostenibles en el estilo de vida pueden ser más efectivos que enfoques aislados para prevenir la pérdida ósea. Para las mujeres mayores de 55 años, adoptar una dieta mediterránea equilibrada y mantener una rutina de ejercicio regular no solo beneficia la salud cardiovascular y metabólica, sino que también protege los huesos, reduciendo el riesgo de fracturas y mejorando la calidad de vida en la vejez.
Dado que la osteoporosis afecta a una de cada tres mujeres mayores de 50 años en todo el mundo, estos hallazgos representan una herramienta accesible y natural para combatir este problema de salud global.
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