La periodista Anabel Hernández, autora del polémico libro Emma y las otras señoras del narco, ha declarado que no enfrenta una demanda directa de la actriz y cantante Ninel Conde, quien figura en la obra. Según Hernández, la querella por daño moral se dirige exclusivamente contra la editorial Penguin Random House, acusada por Conde de afectar su imagen profesional y reputación.
En una reciente entrevista, la investigadora aclaró:
“Yo no estoy demandada, lo puedo afirmar categóricamente: a mí, Anabel Hernández, la señora Conde no me ha denunciado”.
La controversia gira en torno a las supuestas conexiones de figuras públicas con el crimen organizado, un tema que ha generado debate sobre la responsabilidad periodística y los límites de la libertad de expresión.
Desahogo de pruebas: Una audiencia con ausencias clave
Hace unas semanas, se llevó a cabo la audiencia de desahogo de pruebas como parte del proceso judicial iniciado por Conde. Anabel Hernández y el exesposo de la cantante, Juan Zepeda, comparecieron como testigos, mientras que la actriz no asistió.
Hernández señaló que su participación se limitó a reiterar lo publicado en su libro:
“Ni más ni menos, repetí con puntos y comas lo que publiqué en mi obra”.
Por su parte, el abogado de Ninel Conde, Gustavo Herrera, aseguró que el testimonio de Hernández debilitó su posición, pues admitió que parte de la información provenía de Zepeda, lo que podría ser considerado un «testimonio de oídas».
¿Qué dice el libro? Las acusaciones contra Ninel Conde
El libro Emma y las otras señoras del narco relata presuntos vínculos de Ninel Conde con Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel de los Beltrán Leyva. Según Hernández, testimonios anónimos y declaraciones de Juan Zepeda sugieren que:
- Relación cercana con Beltrán Leyva: Conde habría aceptado reunirse con el capo a cambio de una suma de 100 mil pesos.
- Triangulación de recursos: Se le atribuye la adquisición de propiedades con dinero presuntamente ligado a actividades ilícitas.
Estas acusaciones han sido rechazadas tajantemente por la cantante, quien argumenta que son difamatorias y carecen de pruebas contundentes.
El papel de Juan Zepeda: Testigo clave o punto débil
La figura de Juan Zepeda, exesposo de Conde, ha sido central en este caso. Según Hernández, Zepeda fue quien reveló información sobre los supuestos vínculos de la cantante con el narcotráfico.
Sin embargo, Zepeda abandonó la audiencia tras denunciar amenazas telefónicas, lo que, según el abogado de Conde, debilitó la defensa de Penguin Random House.
“Si Zepeda no tiene pruebas directas de lo que declaró, su testimonio carece de validez legal”, afirmó Gustavo Herrera.
El debate: ¿Libertad de expresión o daño moral?
Este caso ha puesto sobre la mesa un tema clave: los límites entre la libertad de expresión y la protección de la reputación de figuras públicas.
Puntos a considerar:
- Responsabilidad periodística: ¿Hasta dónde puede un periodista publicar información basada en fuentes indirectas?
- Impacto en figuras públicas: ¿Es válido lucrar con la imagen de alguien a costa de su reputación?
- Precedente legal: La resolución podría sentar un marco jurídico para casos similares en el futuro.
Próximo fallo y posibles repercusiones
La resolución del caso está prevista antes del 13 de diciembre, cuando los juzgados entran en receso. Si el fallo favorece a Ninel Conde, su abogado ha adelantado que buscarán embargar las regalías del libro.
Por otro lado, si la decisión es adversa para Conde, se espera que la defensa apele, extendiendo un proceso que ya ha llamado la atención nacional.
Conclusión: Un caso que trasciende lo personal
Más allá de las partes involucradas, este caso representa un debate profundo sobre el equilibrio entre la verdad periodística, la ética editorial y los derechos de las figuras públicas.
El desenlace no solo afectará a los implicados, sino que también podría redefinir cómo se abordan investigaciones de alto perfil en México.
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