Cuando millones de usuarios aún procesan el fin del soporte gratuito para Windows 10, otro tema encendió la polémica en torno a Microsoft: la seguridad cibernética. En el Senado de Estados Unidos, Ron Wyden lanzó una acusación contundente contra la compañía, comparándola con “un pirómano que vende servicios de bombero”. La metáfora no tardó en convertirse en viral.
Las críticas del Senado a Microsoft
Wyden acusa que Microsoft permitió que su sistema operativo continuara utilizando por defecto el cifrado RC4, un estándar obsoleto y vulnerable. Según el senador, esta decisión abrió la puerta al ataque de ransomware a Ascension en 2024, donde fueron robados datos médicos de 5,6 millones de pacientes.
El señalamiento no es nuevo: desde hace años, expertos alertan que Active Directory facilita ataques de tipo Kerberoasting, que explotan estas debilidades. Para muchos, Microsoft mantiene prácticas inseguras mientras ofrece servicios de ciberseguridad a los mismos clientes afectados.
El talón de Aquiles de Windows
La propia Microsoft reconoció en 2023 que RC4 facilitaba el robo de contraseñas. Los hackers modernos, apoyados en tarjetas gráficas potentes, pueden descifrar miles de millones de claves en segundos.
Aun así, la empresa prometió eliminar el RC4 por defecto hasta 2026. La razón, según su justificación, es evitar que clientes corporativos sufran interrupciones. Para Wyden y sus colegas, la postura equivale a priorizar la comodidad empresarial sobre la seguridad de millones de usuarios.
Microsoft apuesta todo por la inteligencia artificial
Mientras lidia con las críticas, la compañía busca redirigir la conversación. Bajo el liderazgo de Mustafa Suleyman, jefe de Microsoft AI, se anunció la llegada del modelo MAI-1 preview, entrenado con 15.000 GPUs Nvidia H100.
Aunque aún pequeño en comparación con rivales como Google o Meta, Microsoft ya prepara clústeres 6 a 10 veces más grandes. El objetivo: ser protagonista en la próxima generación de modelos fundacionales de IA.
Satya Nadella y la carrera tecnológica
El propio Satya Nadella insiste en que la compañía necesita independencia tecnológica. Aunque colabora con OpenAI, Microsoft también ha integrado modelos de Anthropic en Microsoft 365, reforzando herramientas como Excel y PowerPoint.
Ejemplos exitosos como GitHub Copilot demuestran que la visión de Nadella busca integrar múltiples modelos de IA en los productos más usados del planeta, consolidando a Microsoft en el frente de la transformación digital.
Un futuro entre luces y sombras
La paradoja es clara: mientras Microsoft se vende como garante de innovación y ciberseguridad, es acusado de mantener brechas críticas en Windows. En paralelo, su apuesta en inteligencia artificial promete redefinir la productividad, pero también abre interrogantes sobre ética, privacidad y monopolios tecnológicos.
Lo cierto es que la compañía fundada por Bill Gates se encuentra en una encrucijada histórica: resolver su deuda en ciberseguridad o arriesgar su reputación mientras compite por dominar la IA global.


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