Cuando Samsung anunció oficialmente el Samsung Galaxy Z TriFold, la industria móvil volvió a respirar ese aire de sorpresa que parecía haberse perdido en los últimos años. Después de generaciones de smartphones que se parecían demasiado entre sí, el mercado necesitaba un golpe de frescura. Y Samsung decidió hacerlo con un dispositivo que no solo se dobla, sino que se despliega en tres partes, desafiando por completo lo que entendemos como un teléfono inteligente.
El lanzamiento del Samsung Galaxy Z TriFold no solo marca un nuevo capítulo en la familia Galaxy, sino también el inicio de una etapa en la que la innovación vuelve a tomar protagonismo. Mientras Apple todavía no da señales claras sobre su entrada al mundo plegable, Samsung se adelanta con un formato que parecía experimental hace unos años y que ahora se materializa en un producto real, ambicioso y listo para el consumo masivo—aunque con distribución limitada.
Samsung Galaxy Z TriFold: el nuevo estándar del plegado en tres
El Samsung Galaxy Z TriFold irrumpe con un sistema de doble bisagra que permite transformarlo de un móvil compacto de 6,5 pulgadas a una pantalla de 10 pulgadas al completo. Es un diseño que busca equilibrar movilidad, potencia y productividad, permitiendo a los usuarios moverse entre un smartphone tradicional y un panel casi del tamaño de una tablet.
Samsung ha trabajado con dos bisagras de distintos tamaños y un sistema de doble raíl para mejorar la suavidad del movimiento, mientras utiliza materiales premium como titanio, aluminio y un polímero reforzado en la parte trasera. La marca parece haber aprendido de la primera ola de plegables: el TriFold llega más resistente, más sólido y más pensado para el uso real.
Con un peso de 309 gramos, el dispositivo se mantiene dentro de lo razonable considerando su tamaño. La distribución interna de la batería de 5.600 mAh en tres celdas ayuda a mantener un grosor reducido sin sacrificar autonomía.
Potencia, pantallas y una experiencia móvil que se acerca al modo tablet
En su interior, el Samsung Galaxy Z TriFold incorpora el Snapdragon 8 Elite Mobile for Galaxy, uno de los chips más potentes de la actualidad. Esto, combinado con 16 GB de RAM y hasta 1 TB de almacenamiento, lo convierte en un dispositivo de alta gama preparado para multitarea intensiva.
La pantalla principal de 10 pulgadas Dynamic AMOLED 2X promete brillo de 1600 nits y una tasa adaptativa de 120 Hz, ideal para dividir apps, ver contenido o trabajar sobre múltiples ventanas. Samsung ha llevado su software One UI 8 basado en Android 16 hacia un ecosistema más flexible, permitiendo tres aplicaciones simultáneas y adaptando la interfaz para aprovechar cada segmento del panel.
DeX también forma parte de esta propuesta, ahora en formato independiente, con compatibilidad para monitores, teclado y ratón. No busca reemplazar a una laptop, pero sí convertirse en un puente útil para usuarios que necesitan productividad ligera sin cargar múltiples dispositivos.
A mitad de esta experiencia, es imposible no repetirlo: el Samsung Galaxy Z TriFold redefine la frontera entre teléfono y tablet, y lo hace con una fluidez que sorprende incluso a quienes no confiaban en los formatos plegables.
Fotografía, batería y conectividad en un cuerpo futurista
La cámara principal de 200 MP, acompañada de un telefoto de 10 MP con zoom óptico 3x y un zoom digital de hasta 30x, se mantiene a la altura de los estándares premium de la marca. A esto se suman dos cámaras frontales de 10 MP integradas en ambas pantallas, adaptadas al uso flexible del dispositivo.
En conectividad, el Samsung Galaxy Z TriFold no escatima: 5G, WiFi 7 y Bluetooth 5.4. Su resistencia IP48 introduce mejoras frente a generaciones anteriores, aunque sigue lejos de la protección de un móvil no plegable.
Precio y disponibilidad: un despliegue limitado con mercados seleccionados
El precio parte de 3.594.000 wones (alrededor de 2.105 euros al cambio), aunque Samsung evita confirmar precios oficiales para mercados occidentales. Por ahora, el TriFold llegará solo a Corea, China, Taiwán, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Europa queda, por el momento, fuera del radar, alimentando la expectativa y la incertidumbre.
Samsung lo describe como un “piloto” de distribución limitada, lo que indica que observarán las reacciones del mercado antes de ampliar su estrategia. Con un formato tan ambicioso, la marca prefiere avanzar con cautela.
Un cierre que marca un punto de quiebre en la industria
Lo que queda claro es que el Samsung Galaxy Z TriFold no es un experimento: es una declaración de intenciones. Samsung quiere liderar la siguiente ola de innovación móvil, y lo hace lanzando un dispositivo que rompe con lo tradicional, que se atreve a explorar y que abre una nueva etapa en el mundo de los smartphones.
Y al final, el mensaje es contundente: el Samsung Galaxy Z TriFold ya no es un concepto, sino el inicio de una nueva categoría tecnológica que podría redefinir cómo usamos nuestros dispositivos en los próximos años.
