Estornudar es un reflejo natural que permite al cuerpo expulsar irritantes de las fosas nasales, como polvo, polen o partículas extrañas. También puede activarse por cambios de luz, alergias o, en casos poco comunes, como síntoma psicógeno o epiléptico. Contrario a lo que muchos creen, contener un estornudo no es inofensivo y puede traer complicaciones de salud.
Cómo ocurre un estornudo
Cuando el cerebro detecta una irritación en la nariz, envía señales a los músculos del abdomen, diafragma, pecho, pulmones, garganta y esfínteres para expulsar el agente irritante. Este mecanismo permite liberar aire a velocidades de hasta 70 km/h y recorrer hasta 8 metros. Debido a la fuerza involucrada y la coordinación de muchos músculos, interrumpir el proceso puede ser riesgoso.
Riesgos de contener el estornudo
Según un caso documentado en la revista MBJ Case Reports en 2023, un paciente sufrió un desgarro de 2 mm en la tráquea por contener un estornudo, requiriendo solo analgésicos para su recuperación. Sin embargo, los expertos advierten que las consecuencias pueden ser mucho más graves e incluyen:
- Roturas vasculares y sangrado nasal
- Hemorragias en los ojos o tímpano
- Aneurismas
- Inflamación nasal o del oído
- Dolor de oído, mareos y alteraciones auditivas
- Dolor de cabeza
- Rotura de costillas
- Desgarros de garganta
Tapar la boca y la nariz por completo al estornudar aumenta la presión en las vías respiratorias superiores hasta 20 veces. Por ello, lo recomendable es dejar salir el estornudo si se está solo, y en público cubrir la boca y nariz con el brazo, sin bloquear completamente los conductos.
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