Desde hace décadas, Nintendo ha sido sinónimo de innovación. Mientras otras compañías de videojuegos compiten por lanzar títulos cada vez más realistas o monetizar con servicios en línea, los creadores de Super Mario y The Legend of Zelda prefieren mantenerse fieles a su filosofía original: divertir, sorprender y emocionar.
Durante una reunión con accionistas, Shigeru Miyamoto, el legendario diseñador y creador de las sagas más icónicas de la compañía, lo dejó claro:
“No queremos ser una empresa que simplemente crezca en números”.
Su mensaje llega en un momento crucial, cuando Nintendo no solo domina el sector del gaming, sino que amplía su alcance hacia el cine y otros formatos de entretenimiento.
De los videojuegos al cine: el nuevo terreno de Nintendo
El éxito de Super Mario Bros.: La Película marcó un antes y un después. Producida junto a Illumination, superó los mil millones de dólares en taquilla y abrió la puerta a nuevos proyectos como Super Mario Galaxy, ya en desarrollo.
Sin embargo, Miyamoto insiste: la meta no es conquistar Hollywood, sino crear experiencias que trasciendan plataformas.
“Hasta ahora nos habíamos centrado en la interactividad”, explicó.
“Pero decidimos expandirnos al medio pasivo del video para ofrecer emociones distintas, sin perder nuestra esencia lúdica”.
Esa visión no busca volumen ni cantidad, sino coherencia creativa: mantener el alma de Nintendo incluso en el cine.
Nintendo Pictures: el laboratorio de ideas que mira al futuro
En este nuevo horizonte, Nintendo Pictures juega un papel fundamental. Muchos fanáticos pensaron que esta división asumiría la producción completa de las películas, pero Miyamoto aclaró que su función es distinta: experimentar y crear contenido propio que inspire y dialogue con el público.
El corto animado Pikmin: Close to You fue un ejemplo de esa filosofía. Un proyecto pequeño, experimental, pensado no para la rentabilidad inmediata, sino para fortalecer la identidad visual y emocional de Nintendo.
La compañía quiere un entorno donde sus desarrolladores puedan colaborar “en igualdad de condiciones” con productoras internacionales, mezclando el talento japonés con visiones globales.
La diferencia que hace único a Nintendo
Mientras estudios como Sony o Microsoft miden su éxito por cifras, Nintendo mide su impacto en sonrisas y memorias. Para Miyamoto, cada videojuego, película o corto animado debe convertirse en un “activo emocional” que conecte generaciones.
Su objetivo no es dominar el mercado, sino inspirar al mundo. Por eso, en lugar de seguir la corriente, Nintendo marca la suya: un camino donde la imaginación vale más que los números.
El futuro de la compañía se escribe entre consolas, cines y creatividad, y su apuesta por un entretenimiento duradero demuestra que, a diferencia del resto, Nintendo sigue jugando en su propio nivel.


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