El planeta alberga una diversidad de idiomas que reflejan la riqueza cultural y el conocimiento acumulado de los pueblos a lo largo de los siglos. Sin embargo, actualmente enfrentamos una crisis lingüística: más del 40% de los idiomas en el mundo están en peligro de desaparecer. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada semana desaparece un idioma. Ante esta preocupante realidad, investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han desarrollado un algoritmo capaz de descifrar lenguas muertas y catalogarlas dentro del árbol genealógico lingüístico.
Este avance representa un paso revolucionario en la preservación del patrimonio cultural y lingüístico. Gracias a este algoritmo, idiomas considerados perdidos podrían revivir o, al menos, encontrar un lugar en el mapa lingüístico mundial. ¿Cómo funciona esta tecnología y qué implicaciones podría tener para los idiomas en riesgo, como el lacandón y el chuj en México, o el kiliwa y el kickapoo en América del Norte?
Cada semana desaparece una lengua: el reto de preservar el legado cultural
La UNESCO estima que 21 lenguas en México están en peligro crítico de extinción. Estos idiomas, como el lacandón y el chuj, transmiten saberes ancestrales sobre la historia, medicina y cosmovisión de sus pueblos. Sin embargo, la globalización, el desplazamiento de comunidades indígenas y la falta de documentación han puesto a estos idiomas en riesgo de desaparecer para siempre.
La pérdida de una lengua no solo significa que se extingue un medio de comunicación, sino que se pierde una ventana única a la cultura y conocimientos de un grupo humano. En muchos casos, estos idiomas no han sido registrados ni estudiados en profundidad, lo que complica aún más su conservación o resurgimiento.
Cómo funciona el algoritmo del MIT para descifrar lenguas perdidas
El algoritmo desarrollado en el MIT utiliza la inteligencia artificial para analizar patrones lingüísticos en idiomas antiguos y desconocidos. A través de modelos basados en la evolución de lenguas actuales, este algoritmo puede identificar cambios fonéticos y gramaticales que se repiten en varias lenguas a lo largo del tiempo. Estos patrones ayudan a los lingüistas a ubicar un idioma en su contexto histórico y a descubrir sus vínculos con otros.
Por ejemplo, el algoritmo ha descubierto cómo ciertas letras o sonidos cambian de manera predecible en la evolución de las lenguas. En el caso del español, palabras como cabello y capillus (de origen latín) muestran una transformación de la «p» en «b». Estos cambios, aunque sutiles, revelan las “leyes” lingüísticas que el algoritmo puede identificar y aplicar a idiomas no documentados o poco conocidos.
La esperanza para lenguas en peligro: un paso hacia la preservación lingüística
Si bien el algoritmo se ha aplicado principalmente a lenguas muertas, este avance tecnológico también abre posibilidades para los idiomas en peligro de extinción. Al mapear las estructuras y sonidos de estas lenguas, el MIT ofrece una herramienta que podría ser usada por lingüistas, comunidades indígenas y académicos para documentar y preservar los idiomas antes de que desaparezcan.
Un caso emblemático es el de la lengua hebrea, que cayó en desuso hace más de 200 años y fue revivida en el siglo XIX gracias a los esfuerzos de un lexicógrafo lituano. Este precedente demuestra que, aunque un idioma esté al borde de la extinción, existe la posibilidad de rescatarlo, y la tecnología del MIT puede facilitar ese proceso.
Las lenguas de México en peligro: un reto urgente
México es uno de los países con mayor diversidad lingüística, pero también enfrenta una alta tasa de idiomas en peligro. La UNESCO ha identificado 141 lenguas en peligro en México, de las cuales 21 están en situación crítica. Estos idiomas, que incluyen al chuj, ixil y lacandón en el sureste del país, y al kiliwa y kickapoo en el norte, están en riesgo de desaparecer junto con los conocimientos y las prácticas culturales que transmiten.
El algoritmo del MIT podría ser una herramienta valiosa para documentar estas lenguas y ofrecer una base para su enseñanza y revitalización. Con la posibilidad de digitalizar y analizar estas lenguas, el gobierno y las comunidades podrían implementar programas educativos y culturales para mantener vivos estos idiomas.
¿Qué descubrimientos promete esta tecnología para el futuro?
El MIT está en los primeros pasos de lo que podría ser una revolución en la lingüística. Aunque este algoritmo aún no ha sido probado en su máxima capacidad, se espera que pueda descifrar lenguas que, hasta ahora, permanecen incomprendidas. Este tipo de tecnología no solo permite rastrear el pasado, sino también construir un futuro donde los idiomas en peligro tengan una oportunidad de resurgir.
Además, el MIT espera que esta tecnología pueda ayudar a establecer conexiones entre idiomas actuales y sus orígenes históricos. Este tipo de investigación podría desentrañar el misterio de lenguas aisladas como el vascuence, que a pesar de estar viva, sigue sin ser clasificada dentro de una familia lingüística conocida.
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