Octubre marca el inicio de la preparación para la temporada invernal, y con ello, el momento ideal para reforzar las defensas del cuerpo con vacunas como la de la influenza. Sin embargo, aún persisten mitos que generan desconfianza, especialmente el que asegura que la aplicación de una vacuna puede provocar la misma enfermedad que busca prevenir.
Las vacunas no enferman: fortalecen el sistema inmune
De acuerdo con especialistas en salud, las vacunas son una de las herramientas más seguras y efectivas para proteger a la población de enfermedades graves. Su función consiste en “entrenar” al sistema inmunológico para reconocer y combatir virus o bacterias sin provocar la enfermedad.
Contrario a lo que muchos creen, la aplicación de un biológico no puede causar gripe ni catarro. En algunos casos, las personas pueden experimentar síntomas leves como fiebre baja o dolor en el brazo, pero estas reacciones son señales de que el cuerpo está generando defensas.
Los médicos explican que una vacuna necesita al menos dos semanas para alcanzar su máxima eficacia, periodo en el que el organismo produce anticuerpos que lo protegerán durante varios meses.
Recomendaciones para esta temporada
Los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y otros organismos de salud invitan a la población a vacunarse antes del invierno, especialmente a los grupos vulnerables como adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Además, recomiendan mantener una alimentación balanceada, buena hidratación y evitar lugares cerrados o concurridos para reducir el riesgo de contagios respiratorios.
Vacunarse no solo protege a quien recibe la dosis, sino también a su entorno. La evidencia médica es clara: las vacunas salvan vidas y no provocan enfermedad.


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