La Unidad de Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México advirtió sobre una amenaza de robo de información a través de cargadores instalados en espacios públicos, conocida como “juice jacking”.
¿Qué es el “juice jacking”?
Este tipo de ataque ocurre cuando los delincuentes manipulan puertos USB en lugares como aeropuertos, estaciones de transporte o centros comerciales. A través de ellos, los agresores pueden instalar malware o extraer información personal de los dispositivos conectados, sin que el usuario lo note.
¿Por qué es peligroso el “juice jacking”?
El problema radica en que muchos usuarios confían en los cargadores públicos para dar energía a sus teléfonos. Sin embargo, al conectarse en un puerto manipulado, su información queda expuesta a robo de contraseñas, fotos, datos bancarios o incluso la instalación de programas espía.
La Policía Cibernética de la SSC pidió a la ciudadanía evitar el uso de cargadores públicos y optar por métodos seguros para no caer en este tipo de fraude digital.
¿Cómo protegerse?
Para reducir riesgos, la dependencia compartió una serie de recomendaciones prácticas:
- Usa tu propio cargador: conecta siempre directo a una toma de corriente, no a puertos USB públicos.
- Evita cables desconocidos: no uses cargadores encontrados en lugares públicos.
- Bloqueador de datos USB: este dispositivo permite cargar tu teléfono sin transferir información.
- Activa el modo de carga: configura tu celular para solo recibir energía y no datos al conectarlo.
- Mantén tu software actualizado: las actualizaciones refuerzan la seguridad contra vulnerabilidades.
- Usa baterías portátiles: lleva un banco de energía personal.
- No uses estaciones sospechosas: si un puerto parece modificado, evita conectarte.
- Protege tus datos: activa el cifrado en tu dispositivo para mayor seguridad.
El “juice jacking” pone en evidencia como ciberdelincuentes están encontrando nuevas formas de robar información. Aunque puede parecer una práctica inofensiva, cargar el celular en estaciones públicas puede convertirse en un riesgo serio si no se toman precauciones.
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