La pantalla táctil al conducir se ha convertido en uno de los símbolos más visibles de la modernización del automóvil. Navegación, música, climatización, llamadas y ajustes del vehículo ahora se concentran en un panel digital que promete simplificar la experiencia. Sin embargo, nuevas evidencias científicas cuestionan ese supuesto beneficio y advierten que esta tecnología podría estar aumentando el riesgo de accidentes.
Un estudio reciente desarrollado por la Universidad de Washington en colaboración con el Instituto de Investigación Toyota (TRI) analizó cómo interactúan los conductores con estas interfaces y qué impacto real tienen en la conducción. Los resultados son claros: mirar y tocar una pantalla mientras se maneja compromete la atención, la precisión y la capacidad de reacción.
Qué analizó el estudio sobre la pantalla táctil al conducir
La investigación se llevó a cabo con 16 voluntarios en un simulador de conducción de alta fidelidad. Aunque el número puede parecer reducido, el diseño experimental permitió un análisis profundo de los procesos cognitivos involucrados.
Los participantes debían conducir mientras realizaban tareas comunes en sistemas de infoentretenimiento, como seleccionar opciones en la pantalla táctil. Al mismo tiempo, se les aplicaron pruebas cognitivas tipo N-back, que exigen recordar y procesar información bajo presión.
Durante el experimento, sensores avanzados midieron la dirección de la mirada, los movimientos de los dedos, la dilatación pupilar y la actividad electrodérmica, indicadores directos del nivel de carga mental.
Resultados clave: más distracción, menos control
Uno de los hallazgos más contundentes fue que el uso de la pantalla táctil incrementó en un 42% la frecuencia con la que los conductores se salían del carril. Este dato revela una pérdida clara de control lateral, uno de los factores más críticos en accidentes graves.
Además, la precisión y velocidad al interactuar con la pantalla se redujeron en 58% mientras se conducía. Cuando se añadió una carga cognitiva adicional, como una tarea de memoria, el desempeño cayó un 17% más.
Un detalle revelador es que, bajo mayor estrés mental, los conductores reducían el tiempo de cada mirada a la pantalla en un 26,3%, lo que demuestra un esfuerzo consciente por volver rápido al camino… aunque sin lograr compensar el riesgo.
Por qué la pantalla táctil al conducir falla en la práctica
A diferencia de los controles físicos, que pueden operarse por memoria muscular, las pantallas táctiles obligan a desviar la vista. No hay referencias táctiles claras, y cada acción exige una búsqueda visual previa.
James Fogarty, profesor de la Escuela Paul G. Allen de Ciencias de la Computación de la Universidad de Washington, explicó que el problema no es solo la distracción, sino el diseño mismo de estas interfaces. El tiempo que se pierde buscando visualmente un botón digital es suficiente para generar una situación crítica en carretera.
Incluso aumentar el tamaño de los botones, una solución habitual en la industria, no mejoró el desempeño de los usuarios, lo que desmonta uno de los argumentos más comunes a favor de estas pantallas.
Reguladores y fabricantes empiezan a reaccionar
El debate ya no es solo académico. Euro NCAP, el organismo que evalúa la seguridad de los autos en Europa, anunció que a partir de 2026 favorecerá a los vehículos que integren controles físicos independientes para funciones esenciales como luces, intermitentes, claxon, limpiaparabrisas y llamada de emergencia.
La medida no prohíbe las pantallas, pero envía un mensaje claro a la industria: la seguridad no puede depender exclusivamente de interfaces digitales.
El valor real de la tecnología en el auto
La pantalla táctil al conducir demuestra que no toda innovación tecnológica se traduce automáticamente en una mejora práctica. En este caso, la comodidad y el diseño han avanzado más rápido que la ergonomía y la seguridad.
Los expertos proponen soluciones híbridas: mantener pantallas para funciones secundarias, pero devolver los controles críticos a botones físicos, o incorporar sensores que detecten la carga cognitiva del conductor y adapten la interfaz en tiempo real.
Pantalla táctil al conducir: una lección sobre tecnología y seguridad
El estudio de la Universidad de Washington y Toyota deja una conclusión clara: la tecnología en el automóvil debe evaluarse por su impacto real, no solo por su atractivo visual. La pantalla táctil al conducir puede parecer moderna, pero en la práctica introduce riesgos que ya no pueden ignorarse.
En un contexto donde cada segundo de atención cuenta, rediseñar la interacción entre conductor y vehículo no es una cuestión estética, sino una prioridad de seguridad vial.


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