En 1996, Nintendo cambió para siempre la historia de los videojuegos con Super Mario 64, el título que llevó al fontanero más famoso del mundo a las tres dimensiones. Pero junto a su revolución técnica nació también una de las tradiciones más crueles —y divertidas— de toda la cultura gamer: lanzar a un indefenso pingüino por un acantilado.
El nacimiento de una leyenda (y un meme)
Todo comenzó en el nivel Cool, Cool Mountain, donde los jugadores deben ayudar a una madre pingüino a recuperar a su cría para conseguir una estrella. Una vez completada la misión, muchos descubrían que podían tomar de nuevo al pequeño pingüino… y arrojarlo al vacío.
No había recompensa ni penalización, solo una carcajada culposa. Así nació el meme del pingüino caído, un acto de pura maldad digital que sobrevivió al paso del tiempo y se convirtió en parte del folclore de los videojuegos.
Un acto cruel convertido en tradición gamer
A casi 30 años, lanzar al pingüino sigue siendo una “tradición” entre los jugadores de Super Mario 64. Incluso speedrunners —jugadores que terminan el juego lo más rápido posible— dedican unos segundos para cometer el infame acto antes de continuar.
El fenómeno se extendió a tal punto que Nintendo reconoció el meme indirectamente en otras entregas, incluyendo pequeños guiños en Super Mario Odyssey y en publicaciones oficiales que lo mencionan con humor.
El impacto del meme en internet
El meme traspasó las fronteras del videojuego y se convirtió en símbolo de traición o desapego en redes sociales. Una de las versiones más virales mostraba a Mario sosteniendo al pingüino con el texto: “Yo” y “Mis ganas de trabajar”.
Otros lo compararon con escenas icónicas del cine, como El Rey León, donde Mario toma el lugar de Scar y el pingüino el de Mufasa. Incluso surgieron fanarts y animaciones como The Penguin Problem, en la que la madre pingüino busca vengarse de Mario.
Una muestra de la evolución del humor gamer
Lo que comenzó como una travesura se convirtió en un espejo del humor digital. Este meme simboliza cómo los videojuegos no solo crean historias, sino también memorias compartidas que trascienden generaciones. Los nuevos jugadores que descubren Super Mario 64 aún repiten la broma, perpetuando una tradición nacida del caos y la curiosidad.
Legado y homenaje
En 2026, el 30 aniversario de Super Mario 64 promete reavivar esta historia con nuevas referencias y homenajes de la comunidad. Porque, aunque cruel, el meme del pingüino representa algo más: la inocencia con la que explorábamos mundos digitales sin saber que estábamos creando una leyenda.
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