martes, diciembre 23, 2025

Científicos podrían haber detectado materia oscura en la Vía Láctea

Un resplandor de rayos gamma en el centro de la galaxia sugiere la primera evidencia indirecta de materia oscura, uno de los mayores enigmas del cosmos.

La madrugada sobre el desierto chileno se alza en silencio. A lo lejos, el futuro Observatorio Cherenkov, aún en construcción, promete abrir una nueva ventana al universo. Mientras tanto, a miles de kilómetros de ahí, un grupo de científicos revisa con expectación los datos de un misterioso resplandor de rayos gamma proveniente del corazón de la Vía Láctea. Lo que observan podría ser el mayor hallazgo de la física moderna: la evidencia más cercana de la materia oscura, esa sustancia invisible que conforma más de una cuarta parte del cosmos.

El misterio invisible que da forma al universo

Todo lo que vemos —planetas, estrellas, montañas o cuerpos humanos— está hecho de materia ordinaria, apenas el 5% del universo. El resto está compuesto por dos elementos que desafían la comprensión humana: la materia oscura (27%) y la energía oscura (68%).
La primera no emite, absorbe ni refleja luz, pero ejerce una fuerza gravitatoria que mantiene unidas las galaxias y da forma al universo. Durante décadas, los científicos han intentado encontrar una prueba tangible de su existencia, pero hasta ahora, todo eran hipótesis basadas en efectos indirectos.

Un resplandor inexplicable en el corazón galáctico

El Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi, lanzado por la NASA, detectó un exceso de rayos gamma proveniente de una región de 7 mil años luz alrededor del centro de la galaxia. Ese brillo, imposible de atribuir a fuentes conocidas, encendió una chispa de esperanza en la comunidad científica.
¿Podría tratarse de una señal de materia oscura aniquilándose en el espacio? O, por el contrario, ¿sería el resultado de miles de púlsares de milisegundos, estrellas de neutrones que giran a velocidades extremas y emiten radiación?

Dos teorías enfrentadas: materia oscura vs. púlsares

El nuevo estudio publicado en Physical Review Letters enfrentó ambas hipótesis mediante simulaciones avanzadas. Los resultados sorprendieron incluso a los propios autores: ambas explicaciones son igualmente probables.
El cosmólogo Joseph Silk, de la Universidad Johns Hopkins, explicó que los rayos gamma observados encajan perfectamente con el modelo de colisión de partículas de materia oscura. “Hemos aumentado las probabilidades de que la materia oscura haya sido detectada indirectamente”, declaró.

Por su parte, el astrofísico Moorits Mihkel Muru, de la Universidad de Tartu, destacó que este descubrimiento podría resolverse definitivamente cuando entre en funcionamiento el Cherenkov Telescope Array Observatory en Chile, el más potente del mundo. “Será capaz de distinguir entre las dos fuentes con precisión sin precedentes”, afirmó.

¿Qué significa este hallazgo para la humanidad?

De confirmarse, estaríamos frente a una de las mayores revoluciones científicas desde el descubrimiento del bosón de Higgs. La materia oscura explicaría cómo las galaxias mantienen su estructura y cómo evolucionó el universo desde el Big Bang.
Además, comprender su comportamiento abriría la puerta a nuevas teorías de la física y quizás, en el futuro, a tecnologías basadas en la manipulación de energía invisible.

El papel de los rayos gamma en la búsqueda cósmica

Los rayos gamma son las ondas más energéticas del espectro electromagnético. Cuando las partículas de materia oscura colisionan, se aniquilan mutuamente, liberando esta radiación. Por ello, los científicos consideran los rayos gamma como la “firma” más probable de su existencia.
En contraste, los púlsares de milisegundos también emiten rayos gamma, pero de forma colectiva y dispersa, lo que complica distinguir el origen real del resplandor detectado por el Fermi.

Un universo construido sobre lo invisible

Se cree que la Vía Láctea se formó a partir del colapso gravitacional de una inmensa nube compuesta de materia oscura y materia ordinaria.
“La materia visible cayó hacia el centro, arrastrando parte de la materia oscura consigo”, explica Silk. “Si las partículas de materia oscura son sus propias antipartículas, al colisionar se destruyen y liberan rayos gamma energéticos, algo muy difícil de replicar con materia normal.”

El reto está en que nunca nadie ha detectado una partícula de materia oscura directamente. Hasta ahora, solo su huella gravitacional y los rayos gamma nos ofrecen pistas de su existencia.

El futuro de la investigación cósmica

La próxima década será decisiva. El Observatorio Cherenkov podría entrar en operaciones en 2026, ofreciendo la sensibilidad necesaria para diferenciar los patrones de emisión de las posibles fuentes de rayos gamma. Si los resultados confirman la hipótesis de la materia oscura, sería un cambio de paradigma que transformaría la cosmología moderna.

Mientras tanto, el resplandor que brilla desde el corazón de nuestra galaxia sigue ahí, silencioso y persistente, como si el universo mismo nos invitara a descubrir los secretos que aún guarda en su oscuridad.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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