ChatGPT y Gemini Los sistemas de Inteligencia Artificial generativa se han vuelto cada vez más sofisticados, pero persisten en un problema central: alucinan o fingen saber información que no poseen. En esta comparación entre GPT-5.1 y Gemini 3, los modelos más avanzados de OpenAI y Google, analizamos qué tan sólidos son realmente, cuáles son sus fortalezas y por qué ambos continúan enfrentando el mismo límite: la precisión.

La carrera por dominar el lenguaje generativo
Tanto GPT-5.1 como Gemini 3 representan saltos importantes respecto a sus versiones previas. Presumen mejor razonamiento, capacidades multimodales avanzadas y conversaciones más largas y coherentes. Sin embargo, a pesar de sus avances, ambos comparten un punto débil: la tendencia a completar información faltante con datos inventados, algo que sigue afectando su credibilidad.
Los análisis independientes —como los realizados por Decoder— confirman que, aunque OpenAI y Google han mejorado sus modelos, ninguno ha resuelto el problema de la precisión total, especialmente cuando se trata de eventos actuales o información muy específica.
Gemini 3: el campeón de la multimodalidad
Uno de los principales puntos fuertes de Gemini 3 es su capacidad multimodal. El modelo puede ver, escuchar, analizar imágenes, extraer datos de documentos visuales e incluso proponer mejoras sobre elementos gráficos. Esto lo diferencia claramente de sus competidores.
Gemini no solo interpreta imágenes: también crea contenido más visual, intuitivo y accesible. En pruebas realizadas por Expansión, se pidió a varios modelos generar una infografía basada en un informe financiero. Mientras GPT-5.1 produjo gráficos especializados y complejos, Gemini 3 elaboró una propuesta más informativa, clara y con imágenes adecuadas para el público general.
Sin embargo, cuando el reto es razonamiento profundo, cadenas lógicas complejas o exactitud fina, Gemini tiende a desordenarse. Su estilo es más sobrio, pero menos consistente.
GPT-5.1: el rey del lenguaje y la coherencia
Si hay un terreno donde GPT-5.1 supera a su rival, es la calidad lingüística, especialmente en español. El modelo produce respuestas más naturales, fluidas y con menos interferencias del inglés. Esto lo convierte en una opción más confiable para usuarios hispanohablantes que buscan redacción precisa y claridad narrativa.
OpenAI pulió aún más su capacidad para manejar estructuras idiomáticas complejas, mantener coherencia en conversaciones largas y organizar datos de forma ordenada. GPT-5.1 es también más sólido al enlazar fuentes, contextualizar información y ofrecer explicaciones detalladas sin perder claridad.
Aun así, esto no significa que no cometa errores. Al igual que Gemini, GPT-5.1 también fabrica información cuando carece de datos, aunque lo hace de manera más convincente, lo cual puede ser un arma de doble filo.
¿Información en tiempo real? El espejismo de la actualización constante
Ambos modelos presumen acceso a información actualizada, pero sus funciones de búsqueda todavía están lejos de ser perfectas. Aunque buscan datos en la web, suelen fallar al interpretar eventos recientes, mezclar fuentes o brindar respuestas demasiado seguras para datos que no confirman completamente.
- GPT-5.1: mejor para entrelazar fuentes y construir explicaciones coherentes.
- Gemini 3: integra datos con un estilo más “mecánico”, aunque más directo.
En ambos casos, la habilidad para buscar no elimina el problema central: la IA puede inventar información con tal de no dejar una pregunta sin respuesta.
El problema que comparten: la ilusión de certeza
Una de las mayores fragilidades de estos modelos es también una de sus características más engañosas: responden con seguridad incluso cuando se equivocan. Cuando el usuario confronta sus errores, los modelos tienden a corregirlos, pero esto revela que la respuesta inicial fue producto de un contexto inventado.
En esta etapa del desarrollo de la IA, la corroboración humana sigue siendo fundamental. Ningún sistema está listo para reemplazar el criterio crítico de una persona, especialmente cuando la información es sensible, factual o requiere precisión absoluta.
Una competencia intensa, pero con desafíos compartidos

Aunque GPT-5.1 y Gemini 3 simbolizan la vanguardia de la IA generativa, ambos están lejos de ser infalibles. GPT domina el lenguaje; Gemini domina la multimodalidad. Pero ninguno ha logrado superar el reto definitivo: dejar de alucinar.
Por ahora, el camino hacia una inteligencia artificial verdaderamente confiable no depende solo del poder de cálculo o de modelos más grandes, sino de la capacidad de enseñar a las máquinas algo muy humano: admitir cuando no saben.


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