El 3I/ATLAS, un objeto interestelar que atraviesa el sistema solar, ha generado debate entre astrónomos sobre si se trata de un cometa natural o de una estructura artificial enviada desde otra civilización. Algunos especialistas han notado un enigmático pulso asociado al objeto, lo que ha despertado especulaciones sobre la posibilidad de que esté emitiendo información hacia su lugar de origen.
Publicaciones recientes como “Why 3I/ATLAS Isn’t a Comet—It’s an Extraterrestrial Probe” sugieren que los pulsos detectados podrían ser una forma de comunicación codificada, mientras que otros astrónomos sostienen que el objeto es simplemente el tercer visitante interestelar confirmado, tras ?Oumuamua y Borisov, con características que concuerdan con un cometa: trayectoria hiperbólica, tenue cola y composición rica en hielo.
Dos perspectivas enfrentadas
Por un lado, la comunidad científica más conservadora considera que los supuestos pulsos podrían deberse a interferencias naturales o errores de medición, sin evidencia de inteligencia detrás de ellos. Por otro, algunos investigadores independientes han registrado señales de radio con desplazamiento Doppler coincidente con la órbita del 3I/ATLAS, lo que ha llevado a teorizar que podría responder a nuestros radares o enviar datos a su punto de partida.
El enigma permanece abierto: el 3I/ATLAS podría ser una roca helada más del espacio profundo o, quizás, una sonda interestelar. Solo mediante observación constante y análisis detallado se podrá dilucidar si estamos ante un fenómeno natural o un indicio de tecnología no terrestre.


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