Wall Street se desploma por aranceles de Trump y datos laborales negativos

Wall Street se desploma por aranceles de Trump y datos laborales negativos

Durante la mañana del viernes, el parqué neoyorquino despertó con la sensación de un vendaval inminente. Y así fue: una combinación explosiva entre nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump y un informe de empleo considerablemente más débil de lo esperado sacudió la confianza de los inversionistas. En cuestión de horas, Wall Street registró su peor caída diaria desde abril, empujada por ventas masivas motivadas por el miedo a una desaceleración económica inminente.

El golpe arancelario aleja a los inversionistas

Horas antes de que expirara el plazo oficial, Trump firmó un decreto que aplicó gravámenes a la importación de productos claves de países como Canadá, Brasil, India y Taiwán, provocando una inmediata reacción negativa. Este movimiento fue interpretado como una escalada proteccionista en medio de tensiones comerciales latentes, lo que añoró recuerdos del periodo más álgido de la guerra comercial con China.

La incertidumbre arancelaria llevó a fondos institucionales y traders minoristas a desprenderse de activos de riesgo, anticipando represalias de los socios comerciales y una posible reducción en la cadena global de suministros.

El empleo decepciona y crecen apuestas de recorte a las tasas

Como si fuera poco, el Departamento de Trabajo publicó un informe laboral que registró una marcada desaceleración en la creación de empleo durante julio, acompañado de fuertes ajustes a la baja del mes previo, rompiendo las expectativas de un mercado laboral sólido.
“No hay forma de embellecer este informe… probablemente la Fed tenga que recortar tasas otra vez en septiembre”, advirtió Brian Jacobsen, economista jefe de Annex Wealth Management.

Las probabilidades de un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal se dispararon, reflejando una creciente inquietud sobre el verdadero estado de la economía estadounidense.

Amazon en el ojo del huracán corporativo

En la arena corporativa, Amazon.com se convirtió en el mayor lastre para los principales índices bursátiles. Sus resultados trimestrales, que no cumplieron con las elevadas expectativas del mercado respecto a su división de computación en la nube (Amazon Web Services), provocaron una ola de ventas que arrastró al índice de consumo discrecional a una baja cercana al 4%, colocándolo como el sector más castigado del S&P 500.

Índices en rojo: el peor día en tres meses

Según cifras preliminares, los resultados fueron contundentes:

• S&P 500: -1,60% (-101.60 pts) hasta 6,237.79 unidades
• Nasdaq Composite: -2,24% (-472.78 pts) hasta 20,649.67 unidades
• Dow Jones: -1,23% (-543.97 pts) hasta 43,587.01 unidades

Tanto el S&P como el Nasdaq firmaron su mayor retroceso porcentual desde el 21 de abril, y los tres principales índices cerraron con pérdidas semanales, evidenciando un cambio de ánimo entre los operadores.

Del miedo: el mercado entra en modo defensa

“Cuando suben los aranceles y baja el empleo, no hay refugio seguro”, murmuraba un bróker veterano mientras miraba el tablero teñido de rojo. Los teléfonos no paraban de sonar: órdenes de venta, coberturas apresuradas, apuestas sobre un giro dovish de la Reserva Federal. En menos de seis horas, Wall Street pasó de la complacencia al pánico, con sectores defensivos como el oro y los bonos del Tesoro registrando fuertes flujos de entrada.

¿Qué sigue? Todos los ojos en la Fed

Con la atención puesta ahora en la reunión de la Reserva Federal de septiembre, el mercado exige un recorte de tasas para frenar la hemorragia bursátil, aunque persiste el temor de que la política monetaria ya no pueda sostener por sí misma el crecimiento económico. Si los datos macroeconómicos continúan deteriorándose, los analistas no descartan un periodo prolongado de volatilidad.

Los mercados pueden dar un giro en cuestión de minutos

El desplome del viernes fue un recordatorio de que los mercados financieros pueden girar en cuestión de minutos ante el cruce de políticas proteccionistas y señales de debilidad económica. Con los aranceles de Trump reconfigurando el comercio global y los datos laborales encendiendo alarmas en la Fed, Wall Street enfrenta un tramo crucial donde cada dato será determinante para evitar una tormenta mayor.