viernes, diciembre 19, 2025

Trump gana con la guerra comercial, mientras el mundo paga el precio

Una mañana de abril en Washington, Donald Trump salió al estrado con un papel en la mano y una sonrisa satisfecha. “Hoy es el Día de la Liberación”, declaró. Aquel 2 de abril pasará a la historia como el momento en que la economía global cambió de rumbo. Con una mezcla de unilateralismo, fuerza bruta económica y cálculo político, Trump anunció impuestos recíprocos de hasta 50 % sobre países con los que Estados Unidos mantiene déficits comerciales. Nadie estaba preparado para lo que seguiría.

La llamada guerra comercial, que había comenzado con tensiones durante su primer mandato, se convirtió rápidamente en una embestida sin precedentes. A través de una ley de 1977, Trump declaró emergencia nacional y se saltó al Congreso para imponer tarifas a su antojo.

Aliados, enemigos y consumidores: los grandes perdedores

Desde economías emergentes como Laos y Argelia, hasta potencias como Canadá, Japón o Suiza, todos recibieron el golpe. Barry Appleton, del Centro de Derecho Internacional, fue tajante: “Aquí todos pierden”. Salvo uno.

Los aliados más antiguos de Estados Unidos, como Canadá, enfrentan aranceles de hasta 35 %, acusados por Trump de no controlar el tráfico de fentanilo y por su reconocimiento a Palestina. Suiza, un país históricamente neutral, paga hoy un 39 % para exportar a EE.UU., más que lo anunciado en abril. Incluso Brasil fue castigado con un 50 % por el trato que su gobierno actual da a Jair Bolsonaro.

Pero no solo los gobiernos sufren. Las empresas estadounidenses también lo hacen. Walmart, Adidas, Ford y Procter & Gamble han subido precios, presionados por costos de importación que ahora deben asumir. Y como es usual en estos casos, el impacto cae sobre los consumidores, especialmente los de menores ingresos.

¿Quién gana? Trump y su narrativa de fuerza

El mayor ganador es Donald Trump. Alan Wolff, ex subdirector de la Organización Mundial del Comercio, lo resume así: “Apostó a que podría forzar negociaciones con amenazas. Y ganó”.

Muchos países cedieron: Reino Unido, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea firmaron acuerdos bajo presión. Trump no solo alteró el tablero comercial mundial, sino que lo hizo sin el Congreso, demostrando que la Casa Blanca puede ejercer un poder casi imperial cuando se trata de economía.

Una economía con reglas rotas y precios más altos

Los economistas de Goldman Sachs estiman que solo una quinta parte del costo arancelario ha sido absorbido por exportadores extranjeros. El resto lo pagan las empresas estadounidenses, que a su vez lo trasladan a los consumidores. Como dice Appleton: “Este es un impuesto al consumo”. Y se nota: televisores, consolas, mochilas y electrodomésticos, todos más caros.

La guerra comercial ya no es una amenaza futura: es una realidad que sube la inflación, polariza alianzas internacionales y redefine cómo se hace política económica desde la Casa Blanca.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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