El expresidente Donald Trump celebró lo que calificó como una “gran victoria republicana” en el Senado de Estados Unidos, luego de que la cámara alta aprobara un proyecto de financiamiento para poner fin al cierre gubernamental más largo en la historia del país. El acuerdo, respaldado por varios senadores demócratas, allana el camino para reabrir las agencias federales y restablecer los programas sociales que permanecen paralizados desde el 1 de octubre.
El Senado da un paso para reabrir el gobierno
La Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, tiene previsto votar este miércoles el acuerdo presupuestal que financiaría las operaciones del gobierno hasta enero. El cierre, que ya suma 42 días, ha afectado servicios públicos, aerolíneas y programas de asistencia social, generando una presión política creciente sobre ambos partidos.
Trump, durante un discurso por el Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington, felicitó al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y destacó la unidad republicana frente a lo que consideró una crisis “innecesaria”.
“Enhorabuena por una gran victoria”, dijo Trump. “Estamos abriendo nuestro país, que nunca debería haber sido cerrado”.
El exmandatario atribuyó el avance legislativo a la colaboración de senadores demócratas que rompieron filas para apoyar la propuesta republicana, una maniobra que considera clave para poner fin al bloqueo presupuestal.
Trump busca capitalizar el resultado político
Trump aprovechó el contexto del acuerdo para reafirmar su liderazgo dentro del Partido Republicano y su influencia sobre las decisiones legislativas. En una entrevista con ESPN, afirmó que espera una rápida aprobación del financiamiento en la Cámara Baja, destacando que solo “quienes odian a Estados Unidos” desearían mantener el cierre.
Este discurso refuerza su narrativa de orden y estabilidad económica, en contraste con la gestión demócrata, a la que acusa de promover el caos institucional. El movimiento también puede tener implicaciones electorales, pues el cierre gubernamental ha afectado la percepción pública sobre la eficiencia del Congreso.
El impacto del cierre en la vida diaria
Mientras los legisladores se dirigían al Capitolio para votar el miércoles, las aerolíneas enfrentaban su quinto día consecutivo con más de mil vuelos cancelados, producto de las restricciones impuestas por el cierre gubernamental. Según Airlines for America, las interrupciones continuarán incluso después de la reapertura, debido a la reducción de horarios y a la falta de personal.
“Las aerolíneas no podrán recuperar su plena capacidad tras la reapertura. Habrá efectos residuales durante días”, señaló la asociación comercial en un comunicado.
El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) también ha sufrido retrasos. La Corte Suprema extendió una orden que bloquea los pagos completos mientras se restablece el financiamiento, lo que ha dejado a millones de familias en incertidumbre sobre la entrega de sus alimentos.
Señales de recuperación económica
Pese al impacto social, la Casa Blanca proyecta que la economía estadounidense volverá a crecer entre 3 y 4% en el primer trimestre de 2026, según el asesor económico Kevin Hassett. El optimismo está vinculado al levantamiento del cierre y a la expectativa de un presupuesto estable que reactive los servicios federales y el consumo interno.
Hassett subrayó que la reapertura del gobierno es esencial para “mantener la confianza de los mercados” y evitar una desaceleración prolongada.
Entre la política y la estabilidad
La victoria republicana en el Senado representa no solo un avance legislativo, sino también un triunfo simbólico para Trump, quien busca consolidar su influencia política de cara al ciclo electoral. Sin embargo, el costo económico y social del cierre ha dejado huellas profundas, y el desafío para el Congreso será evitar que las negociaciones presupuestales se conviertan nuevamente en un campo de batalla partidista.
Si la Cámara de Representantes aprueba el acuerdo, Estados Unidos podría recuperar la normalidad administrativa antes del fin de semana, pero el debate sobre la responsabilidad del cierre —y su impacto político— continuará marcando la agenda nacional.


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